En la esquina de Rioja y Junín, en Posadas, funciona desde hace seis años una feria americana muy especial. Detrás de los percheros repletos de ropa usada y objetos donados, hay una causa que mueve a Liliana Mstusemsky y a su grupo de colaboradores: el cuidado y mantenimiento de 38 animalitos rescatados quienes viven en el refugio Sandy.

El proyecto comenzó en la costanera, pero desde hace un tiempo la familia Alonso les presta un espacio fijo para la feria. Todo lo recaudado se destina íntegramente al refugio con el que hoy por hoy tiene 37 perros y una gatita. “Varios son rescatados, otros fallecieron sus dueños y se quedaron solos sin dueños y otros vinieron de tránsito, pero después sus dueños se olvidaron de ellos”, manifestó en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7, Liliana Mstusemsky, dueña del refugio.

La feria está abierta de lunes a viernes, de 6:30 de la mañana hasta las 17 o 18 horas, en horario corrido. Todo lo recaudado es para comprar ropa e insumos para los animales. “La plata no alcanza, yo tengo mi trabajo, pero siempre falta para los alimentos, que son caros y las bolsas duran entre tres y cuatro días”, explica Liliana.

“El nombre del refugio no es casualidad, Sandy era mi primer perrita”, cuenta la encargada del refugio, quien dedica gran parte de sus días y recursos a atender a los animales. “Llegamos a tener 70 animales, ahora tenemos 37. Todos están en mi casa, que es grande, en la zona de López Torres y Vicente Casares. Todos los días a las 5 de la mañana me levanto para atenderlos”, relató.

Y continuó, “el trabajo es arduo y constante, se requiere limpiar al menos tres veces por día el lugar y no es fácil para una sola persona, por eso tengo varios colaboradores que me ayudan”.

Para quienes desean colaborar con las mascotas del refugio Sandy, pueden hacerlo donando ropa, mantas, alimentos y otros artículos. Los interesados pueden comunicarse con Liliana al número 3764 252770.

El refugio también da animales en adopción, pero Liliana es enfática: “hacemos el seguimiento y muchas veces tenemos que traerlos de vuelta porque no los cuidan bien. La gente no tiene compromiso con la adopción, son muy pocas las personas responsables. Estamos tratando de no traer más porque apenas podemos mantener lo que tenemos”, cerró.