Superación, dedicación y esfuerzo. Estas características personifican a Francisco Sobré (52), contratista de siembra, cosecha y embolsado de grano en acopios desde 1998 que ha superado obstáculos hasta llegar a lo que es hoy.
Nacido en Junín, una vez que terminó la secundaria, se trasladó a Buenos Aires para cursar la carrera de ciencias económicas, y también buscar su medio de vida en varios trabajos temporales, como en una fotocopiadora, en el mercado comunitario frente a la plaza Primera Junta (barrio porteño de Caballito) o incluso cortando y despachando fiambres. «No sabía lo que eran los días libres», confesó.
De allí cambió por el Mercado Central en el puesto de frutas de un productor de Baradero. “Al poco tiempo me di cuenta que no estaba cómodo debido a mis granas de emprender y tener una actividad propia y que a la vez que me gustaban los fierros. Entonces, comencé a vender repuestos de motos comunicándome con el sistema de radio mensaje, que era el medio en aquella época. Atendía pedidos de agencias de motos que despachaba desde Retiro a General Pico, Trenque Lauquen y Santa Rosa”.
Luego. sumó a su actividad la distribución comercial de lubricantes y cubiertas para motos. “Entonces, compré un Rastrojero que aún tengo, y comencé a crecer económicamente a mediado de los 90 hasta a punto tal que en el año 1998 de regreso en Pico, compré la primera máquina agrícola, una pulverizadora Pla a medias con mi hermano quien conseguía los clientes en tanto yo manejaba el equipo a campo. La sociedad que duró 10 años hasta el 2008 decidimos separar solo nuestros aspectos económicos. De todas maneras, ya en el 1999 había inscripto a “Servi Campo” con el mismo CUIT que tiene hoy y desde el día que fui a hacer la cola en la AFIP para su inscripción, primero como SH y desde 2010 SRL”.
Buscando un poco más en su memoria, recuerda: “Siempre fui curioso con la mecánica, por ello corría en motos que yo mismo reparaba y en ese momento comencé a conocer lo referente a maquinaria agrícola. Los primeros años, 1995 y 1996, era tractorista y mecánico. Ahora hace tiempo que no me subo a una cabina. Otra actividad que incorporé a la empresa es el embolsado de granos en planta de acopio, con un equipo de tractores, embolsadoras, acoplados y extractoras de grano, trabajando 24 o 12 horas según el mes del año, tal es así que la facturación del embolsado de granos genera una facturación algo mayor a la de siembra y cosecha”.
Francisco y una de sus pasiones, las motos, y viajar en ellas por todo el país.
Toda esta historia de logros y crecimiento esto es producto la inquietud de una personalidad andadora, que gusta de investigar posibilidades y empujar los proyectos con energía pase lo que pase. “Esta es una característica necesaria para el contratista de máquinas”, asegura Francisco.
En la actualidad, juega lo financiero
En un análisis rápido de la actualidad, afirma que están en un contexto nunca antes vivido. «Hace poco me acordaba como pagué la primer máquina que compré en el 98 y que en octubre del 2024 hicieron 26 años que comencé con este negocio, es decir que soy un viejo contratista que pagó sus máquinas en cuotas licuadas debido a las condiciones de la economía de nuestro país. Por ejemplo, la pulverizadora debe ser de las que más pagué, con un crédito a 7 años por 100% de la inversión más el IVA, pero sus cuotas en el segundo año se licuaron hasta lo irrisorio por la devaluación. En realidad, todas las compras que hice durante estos 26 años, fueron a tasa negativas. Ahora, preciso aprender a manejar variables que nunca en mi vida tuve que manejar”.
Para Francisco, en lo que a inversiones se refiere “un contratista que arrancó con la actividad hace un mes esta mejor que yo, debido a que debo desaprender toda la información que aprendí durante 25 años. Siempre me intrersó el aspecto financiero y por ello traté de asesorarme, consultar, asistir a cursos. Así supe que para un contratista algo muy importante es la liquidez, ya que las empresas se funden cuando no la tienen debido, por ejemplo, a malas decisiones. Ninguno se funde por falta de patrimonio. Para hacer una inversión, debo conocer la gestión económica de la empresa y su capacidad de pago. Este es un comentario general que aplica a todo el sector y se lo comento en toda oportunidad, a los socios de la cámara de contratistas”.
El precio de un tambor de aceite, de una batería y un filtro conforman un índice que usa Francisco para conocer el movimiento de los precios, y sostiene que ese índice aumentó el 18% en dólares durante 2024 y hasta hoy. “Así puede ver como cambian los precios de los repuestos cada año, y el 20% de mis costos son los repuestos. Además, el gasoil es una parte importante de estos costos, cuya evolución si bien es hacia arriba, todos los meses la suba es un 3% menor y de abril 24 a abril 25, su aumento fue del 33%. Esto es necesario para saber con precisión como cambian esos costos
Francisco con Severo Luna, colaborador desde 2004
Otro rubro importante para Francisco, son las amortizaciones que reflejan el precio de las máquinas, algo que es difícil saber, “pero lo que se puede decir es que han bajado un 20% en dólares estos últimos 4 meses. Venían bajando algo, y cuando se terminó el impuesto país bajaron un poco más pero la gran incertidumbre que comparto con los colegas es si pueden bajar un 20 % más. Por esta razón y además porque no tengo urgencias, más allá que preciso tener máquinas actualizadas por la exigencia de los clientes, paré las compras por un año o año y medio”.
Para el futuro
En el futuro, Santiago anticipa la necesidad de esperar a fin de año, «porque creo que habrá herramientas con un porcentaje importante de baja de precios. Aún hay cosechadoras que han entrado con regímenes impositivos anteriores, y que por eso no pueden bajar del todo. Una cosechadora con Draper de 35 pies con iva son 640.000 dólares, y con un crédito con la financiación de la fábrica de la cosechadora. Y el valor de la operación pasa a 760.000 U$S, y eso tiene un descuento por no entregar un usado».
Otro aspecto de su empresa que atrae su atención es la gestión del personal, «que es algo complicado en lo diario, tener motivado al equipo de trabajo. Considerar las necesidades de cada empleado, sobre todo la de los mandos medios, que en esta estructura son 4 de un total que supera por poco los 20 empleados. El año pasado comenzó un grupo CREA que se llama “equipos de trabajo” que me ayuda bastante a internalizar necesidades, desarrollar herramientas motivacionales, hacer encuestas de clima, redefinir el organigrama y llevar adelante acciones simples como tener conversaciones para precisamente motivar escuchando las necesidades de cada persona, saber para que lado desea crecer y ubicarlo en mejor lugar de la cancha», finaliza Francisco Sobré.