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Llegó el día. Desde las 11.30 hora argentina comenzará este miércoles en la Capilla Sixtina un cónclave histórico que deberá elegir al nuevo papa, el sucesor de Francisco.
Un total de 133 cardenales, menores de 80 años, participarán de una asamblea que se perfila breve, según estiman vaticanistas.
Se trata de un cónclave que definirá el futuro de la Iglesia católica para la próxima década, después de un pontificado de 12 años que “revolucionó” la curia y causó una división entre reformistas y conservadores.
En los últimos días, los purpurados definieron el perfil del nuevo pontífice en extensas congregaciones generales que reunieron a todo el colegio cardenalicio, incluso a aquellos cardenales mayores de 80 años que, por su avanzada edad, no participarán del cónclave.
Según trascendidos de la prensa italiana, los progresistas tienen ventaja en el voto de los cardenales, frente a un conservadurismo disminuido, aunque el ala moderada podría imponer un candidato de síntesis que una a la curia y, a la vez, no interrumpa el rumbo impuesto por Francisco.
Quiénes son los grandes candidatos
El favorito es el cardenal italiano Pietro Parolin, secretario de Estado durante el pontificado de Jorge Bergoglio y ponderado por su perfil moderado y diplomático.
Parolin, de 70 años, podría ser ese candidato que acerque a ambos bandos en pugna dentro de la Iglesia. Pero hay algo que le juega en contra: no es carismático y sus detractores destacan que no tiene experiencia “de calle”, como Francisco.
En una segunda línea están varios cardenales de un estilo similar a Francisco, es decir, con un perfil bergoglista.
Uno de ellos es el italiano Matteo Zuppi, llamado “El cura callejero” y cercano a la Comunidad de San Egidio. Otro es el filipino Luis Antonio Tagle, de 69 años y muy popular entre sus fieles. En los últimos días se viralizaron videos en los que se lo ve cantando y bailando con una sonrisa.
Pero también se menciona al italiano Pierbattista Pizzaballa, actual patriarca latino de Jerusalén y de 60 años, una edad que podría jugarle en contra, ya que su eventual elección desembocaría en un “papado largo”, algo que a simple vista parece no estar en el objetivo cardenalicio.
En el ala conservadora, los observadores coinciden en que todos los votos se agruparán en el cardenal húngaro Peter Erdo. En ese mismo sector figura el cardenal guineano Robert Sarah, que podría convertirse en el primer papa africano.
Un escalón más abajo se mencionan a varios “tapados”, como el francés Jean-Marc Aveline, cercano al pensamiento de Francisco sobre la defensa de los migrantes, aunque más moderado. También el portugués José Tolentino de Medonca (moderado); el congoleño Fridolin Ambongo Besungu (conservador); el italiano Fernando Filoni (moderado) y los estadounidenses Blase Joseph Cupich (moderado) y Robert Francis Prevost (progresista), exobispo de Chiclayo, en Perú.
Prevost tiene también nacionalidad peruana. Es hoy el “latinoamericano” mejor posicionado delante del uruguayo Daniel Sturla. Los argentinos -con pocas posibilidades- son cuatro: Víctor “Tucho” Fernández, Vicente Bokalic Iglic, Ángel Sixto Rossi y Mario Poli.
Cuánto puede durar el cónclave
Los cardenales quieren un cónclave breve. Buscan dar un mensaje de unidad.
En los últimos dos cónclaves la elección se decantó después de solo dos días de deliberaciones.
Ahora, los especialistas creen que se cumplirá el mismo plazo. Se prevé que la primera “fumata negra” (que anuncia que no hubo acuerdo) se dará en la tarde del miércoles, a eso de las 14 horas de la Argentina.
Si la elección no se logra en el primer día de deliberaciones, habrá cuatro votaciones diarias en la jornada siguiente, el jueves (dos a la mañana y otras dos por la tarde).
Los expertos consideran que en este primer día se verán las cartas de los cardenales. La primera votación definirá quiénes son los candidatos más votados de cada tendencia.
A partir de ahí, se espera que comience a definirse entre quiénes se dará la lucha final. Si los reformistas logran imponer su candidato, el cónclave será breve. Pero si la elección se traba, comenzarán negociaciones que podrían hacer surgir un candidato moderado.
Al ala conservadora le costará más torcer el rumbo, pero podría trabar la elección de un bergoglista y presionar por un cardenal moderado o de síntesis.
La fumata blanca, que anuncia la elección del nuevo papa, podría materializarse el mismo jueves o bien, el viernes. (TN)
