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No tienen reconocimiento legal de otros países y, muchas veces, ni siquiera un territorio. Lasmicronaciones son extrañas entidades físicas o virtuales que suelen contar con escasos habitantes. Eso sí, algunas hasta emiten pasaportes y otorgan ciudadanía.
El término «micronación» surgió en los años ’70 para nombrar a todos aquellos espacios a los cuales un pequeño grupo de personas diseñó como un estado soberano, con sus propias reglas y gobiernos.
Creados por comprometidos actos de rebeldía o por motivos extremadamente bizarros, las micronaciones tienen sus símbolos patrios: bandera, himno, sellos, títulos nobiliarios en algunos casos y, no podía faltar, moneda propia.
Actualmente, hay unas 100 micronaciones alrededor del planeta.
La más pequeña es Sealand, un principado que se ubica a sólo 9 kilómetros de la costa de Gran Bretaña.
De lo más variadas, hay para todos los gustos, edades y situaciones. Desde la pequeña habitación de una casa en Estados Unidos hasta desconocidos territorios en geografías indómitas de Asia.
¿Cansados de sus países? Cada uno es libre de crear una micronación y convertirse en su propio rey, emperador o presidente.
O, simplemente, acatar las (a veces exóticas) reglas de una minúscula y lejana micronación y nacionalizarse. Aquí, algunas opciones.
1-Gran Ducado de Westarctica
Conocida comúnmente como Westarctica, fue creada por el exmilitar norteamericano Travis McHenry, es una monarquía constitucional y el idioma oficial es el inglés.
En ese entonces, su fundador sólo buscaba un lugar «por un simple deseo de alejarse de todos los demás». Así apareció el sitio ideal: la fría, lejana y solitaria Antártida.
Westartica. Foto: Wikimedia Commons
De hecho, la micronación se emplaza en una zona particular del continente blanco llamada Tierra Marie Byrd, un área sin reclamar colindante con el Territorio Chileno Antártico y la Dependencia Ross.
En el año 2001, McHenry reclamó su posesión a la Organización de las Naciones Unidas, creó el Gran Ducado de Westarctica y se autodesignó Gran Duque Travis.
Desde ese momento, tiene como objetivo principal el promover la conservación de la Antártida, el respeto ambiental y la lucha contra el cambio climático, asegura su creador.
En este sentido, en 2014 la micronación fue registrada como una organización sin fines de lucro dedicada a proteger la vida de este ecosistema.
Según el sitio Bussiness Insider, Westartica es una extensión de hielo que por el momento su líder gobierna en la distancia, ya que el Gran Duque Travis no tiene suficiente dinero como para llegar hasta allí.
Sin embargo, aún a la distancia, está muy ocupado. Como le contó a la revista Traveller pasa «entre 10 y 20 horas diarias contestando mensajes y «enviando títulos de caballería y títulos nobles.»
Westartica tiene una superficie de1.600.000 kilómetros cuadrados y en 2018 ya registraba más de 5.000 ciudadanos.
2-Imperio de Austenasia
Quienes visiten Sutton, un distrito del sureste de Londres, sólo tendrán que darse una vuelta por el barrio de Wrythe, en Carshalton, para entrar en los dominios de este imperio. Pequeño, pero imperio al fin.
La bandera -conocida como la Estrella Austenasia– flamea en el techo de la residencia de Terry Austen y su hijo Jonathan, quienes el 20 de septiembre de 2008 presentaron en el parlamento británico una declaración de independencia de su vivienda.
Austenasia: la bandera flamea en la Residencia Imperial de los Austen. Foto: austenasia.webs.com
Con Terry como Emperador y Jonathan como Primer Ministro (actual Emperador tras la abdicación de Terry), los iniciales 100 metros cuadrados de territorio (el tamaño de su casa) fueron incrementándose, de a poco, al sumar tierras en lugares tan disímiles como Argelia, Argentina, Eslovaquia, Estados Unidos, Francia, Grecia y Turquía, entre otros.
Actualmente Austenasia tiene 85 ciudadanos. Quienes estén interesados en convertirse en sus nuevos ciudadanos honoríficos sólo deben completar este formulario.
3-República de Molossia
La República de Molossia se afinca sobre los terrenos que su Presidente, Kevin Baugh, compró en Reno, Nevada, Estados Unidos, en 1998.
Sin embargo, sus orígenes se remontan hasta 1977, cuando se trataba de un territorio nómada conocido como Gran República de Vuldstein, describe Business Insider.
La frontera entre la República de Molossia y los Estados Unidos. Foto: Kevin Baugh
«La República de Molossia es una nación soberana e independiente, ubicada y completamente rodeada por el territorio de los Estados Unidos. Con una superficie total de 4,5 hectáreas, Molossia es una de las naciones más pequeñas del mundo, pero lo que le falta en tamaño lo compensa en espíritu», cuentan en su página web.
Allí también aclaran que la micronación tiene su propia Armada, Academia Naval, programa espacial, ferrocarril, servicio postal, atracciones turísticas, sistema de medición, cine y estación de radio online e, incluso, su propio huso horario.
Además, tiene un banco en el que atesoran su propia moneda: Valora. Son fichas de póquer cuyo valor se vincula a la masa de galletas Pillsbury.
¿Su población actual? 34 habitantes: 30 humanos y 4 perros. Por ahora, no se permiten nuevos ciudadanos pero sí son bienvenidos todos los que quieran visitarlo.
4-República libre de Liberland
En solo siete kilómetros cuadrados situados entre Serbia y Croacia -una zona conocida como Gornja Sliga- Vit Jedlička Liberland.
Situado sobre la ribera oeste del Danubio, el área no fue reclamada por ningún estado. En realidad, lo que ocurre es que tras la disolución de la ex Yugoslavia quedaron sectores aún en disputa para ser oficialmente «repartidos».
Una vista aérea de Liberland, que se ubica en el sector de tierra encerrada entre ríos. El mayor es el Danubio.
Jedlicka es, actualmente, el presidente de la República de Liberland cuyo lema es «Vivir y dejar vivir». El objetivo del líder es crear un estado en el que exista una intervención mínima del gobierno sobre sus ciudadanos.
Como muchas otras micronaciones, Liberland tiene su propio dinero, Merits, pero también permite el uso de Bitcoins y otras criptomonedas. Los impuestos se pagan de manera voluntaria.
De difícil acceso, además de ser limítrofe, la zona es muy boscosa, por lo que nadie vive allí por el momento. Sin embargo, esto no impidió que muchísimas personas de todo el mundo solicitaran la ciudadanía.
Hasta el momento, otorgaron unas 1.000 ciudadanías y tienen cerca de 500.000 solicitudes pendientes.
5-Nación Independiente de Ladonia
La historia de Ladonia comienza en 1980, cuando el artista Lars Vilks construyó una escultura llamada Nimis en la reserva natural de Kullagsberg, una zona protegida de Suecia.
A pesar de haber sido denunciado por las autoridades, Vils continuó ampliando la obra y sumó múltiples torres de madera conectadas por un enorme laberinto, lo que produjo nuevos enfrentamientos con las autoridades.
Por esto, en junio de 1996, el artista proclamó en ese territorio la nación independiente de Ladonia, una monarquía republicana cuyo trono ocupa, actualmente, la Reina Carolyn I.
Pero además, hay un Primer Ministro que coordina ministerios tan insólitos como el de Todos los vientos, el de Todas las cosas virtuales que no existen, el de Las coincidencias y el destino o… ¡El de la Cerveza!
Las torres de madera de la Nación Independiente de Ladonia. Foto: Web
Si bien existe el idioma ladoniano, sólo tiene dos palabras: «waaaall» y «ÿp»; y el dinero que manejan –Örtug– tiene un valor equivalente al Euro.
Es posible solicitar la ciudadanía de Ladonia sin ningún tipo de costo y formar parte de una comunidad que ya tiene unos 23.000 habitantes.
