La llegada del invierno, las bajas temperaturas y los cambios bruscos de clima favorecen la proliferación de virus respiratorios, aumentando así el riesgo de sufrir enfermedades como el resfriado y la gripe.
El resfriado y la gripe son dos patologías respiratorias causadas por diferentes tipos de virus. El resfriado, generalmente originado por rinovirus, suele presentar síntomas leves como congestión nasal y dolor de garganta. La gripe, en cambio, es provocada por el virus de la influenza, y sus síntomas son más graves.
En cuanto a los riesgos, la gripe representa una amenaza mayor debido a las posibles complicaciones. Mientras que el resfriado, aunque incómodo, rara vez da lugar a complicaciones graves y mejora con el descanso y cuidados básicos.
Por eso, es esencial saber diferenciarlos para seguir el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
Resfrido. Dolor de garganta leve, congestión nasal, tos seca y estornudos. Foto: Shutterstock.
Cómo diferenciar un resfriado de una gripe
Según el sitio especializado en salud Cuidate Plus, tanto la gripe como el resfriado son infecciones respiratorias causadas por virus, pero presentan diferencias notables en cuanto a la rapidez de aparición y la intensidad de los síntomas. Estas son las características principales de cada una y las diferencias fundamentales entre ambas.
GRIPE
Altamente contagiosa, se transmite a través de las gotas de saliva que se dispersan al toser, estornudar o hablar.
Sus síntomas suelen aparecer de forma abrupta, comenzando con fiebre alta (por encima de los 38°C), dolores musculares intensos, escalofríos, dolor de cabeza, tos severa y un cansancio extremo que puede durar varios días. En muchos casos, la fiebre persiste durante la primera semana y la debilidad general puede extenderse hasta dos semanas, incluso después de que la fiebre desaparezca.
Si no se trata de manera correcta, la gripe puede desencadenar complicaciones graves, especialmente en personas con el sistema inmunológico comprometido, como adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas. Entre las complicaciones más frecuentes se incluyen la neumonía, la bronquitis y, en algunos casos, la hospitalización.
La prevención de la gripe se basa en la vacunación anual, que se recomienda especialmente para los grupos de riesgo. Además de la vacuna, es fundamental adoptar medidas higiénicas, como el lavado frecuente de manos y el uso de barbijos, para evitar la propagación del virus.
RESFRIADO COMÚN
Aunque también es contagioso y su impacto es mucho menor que el de una gripe. Además, tiene una duración más corta, generalmente de unos pocos días a una semana.
Sus síntomas se desarrollan de manera gradual, comenzando con un dolor de garganta leve, seguido de congestión nasal, tos seca y estornudos. A diferencia de la gripe, la fiebre es rara en el resfriado, y cuando se presenta suele ser baja (generalmente no supera los 38°C).
La fiebre es rara en el resfriado y en la gripe aparece de forma abrupta. Foto: Shutterstock.
El resfriado rara vez da lugar a complicaciones graves. No obstante, en personas con sistemas inmunológicos debilitados puede derivar en infecciones secundarias, como sinusitis, otitis o bronquitis.
No existe un tratamiento antiviral específico para el resfriado, por eso se recomienda reposo, consumo de líquidos y uso de medicamentos para aliviar los síntomas, como descongestionantes o analgésicos.
Su prevención se basa en evitar el contacto cercano con personas infectadas y mantener hábitos de higiene, como el lavado frecuente de manos.
Mirá también
Mirá también
¿Sabías que el berro puede transformar tu salud? Expertos explican cómo
Mirá también
Mirá también
Cómo puede una infusión de perilla transformar la salud, según la ciencia
Mirá también
Mirá también
Engripados cada 3 semanas: el combo de factores por el que los cuadros gripales aparecen más seguido
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO
Tags relacionados