Iguazú (LaVozDeCataratas) Con apenas 10 años, Juan Ignacio Castelli ya sabe lo que es vivir a fondo cada vuelta en la pista. El pequeño piloto de Iguazú, que debutó en el 2023 en la categoría Escuela del Karting Misionero, se prepara con toda la energía para volver a competir tras una pausa de seis meses. Y lo hará nada menos que en Oberá, con un motor más potente. «Hace como 6 meses que no corro, ahora voy a correr en Oberá con un motor más grande», contó a LaVozDeCataratas con una sonrisa que no se le borra en todo el día.
Hoy compartimos una tarde inolvidable junto a él en el kartódromo de Foz de Iguazú, Brasil, donde entrena tres veces por semana. Llegar con Juani fue como cumplir un sueño: tener una escudería propia y acompañar a un piloto que, a su corta edad, ya muestra una pasión y una entrega que contagia.
Entre clases y motores, Juani se hace tiempo para todo. Va a la escuela por la mañana y después de una buena siesta —que es sagrada para recuperar energías— se calza el buzo antiflama, carga su mochila con casco y guantes (con la ayuda incondicional de su mamá Adriana y su hermanita) y sale a la pista. «Ya tengo 12 notas con 10 este año», dice orgulloso el alumno de quinto grado, que asegura que Matemática y Lengua son sus materias favoritas, «al toque ahí», como él mismo dice. También le gusta el inglés y, sin dudarlo, asegura que le gustaría vivir en Estados Unidos algún día.
En la pista lo espera su entrenador «Junior», que lo guía como a otros niños que corren desde los 6 años. Juani es el típico nene alegre y simpático que, cuando baja del kart, se vuelve a acordar de algo bien terrenal: «Mamá, tengo hambre», o, Kelly desde cuando tenes el pelo rojo? (ajajajaja) entre risas.
El próximo 17 y 18 de mayo, Juani se pondrá nuevamente el casco para la segunda fecha del Misionero de Karting en Pista, en Oberá. Esta vez, dejará atrás el motor de 5,5 para subirse a uno de 7,5 en la categoría Cadete 4 Tiempos. «La diferencia de motor es que el que usé hoy es de 6,5, y el de Oberá es de 7,5», explica con la claridad de un profesional.
La pasión por el automovilismo le viene de familia: es hijo de Aldo Castelli, piloto de la Clase 3 del Turismo Pista Misionero, y hermano de Leandro Castelli, quien también supo correr en la Clase 1 del Zonal. «Iba desde mi panza a los autódromos, se crió entre los autos y los pilotos y es fanático desde siempre», recuerda su mamá Adriana.
Cuando le preguntamos hasta dónde sueña llegar, no lo duda: «Hasta el primer lugar». Es fanático de Lewis Hamilton, hoy piloto de Ferrari, y su gran ídolo es Ayrton Senna, el eterno campeón brasileño.
Así es Juani Castelli, un pequeño gigante que se prepara cada día para cumplir su sueño. Y nosotros, desde este lado, ya somos parte de su escudería.