La democracia, entre la batalla de las urnas y de sentido

En el acto de cierre de campaña del candidato de la Libertad Avanza, Manuel Adorni, sobresalían los varones. Eran claramente mayoría, y el dato confirma que son la base de la militancia de los libertarios. Ya en las elecciones que llevaron a Javier Milei a la presidencia el 60% de sus votantes habían sido hombres jóvenes. Y todo indica que este domingo se repetirá la tendencia y ellos serán los que más apoyen al candidato-vocero.

Al igual que en Argentina, en las elecciones de Alemania y Estados Unidos se vivió el mismo fenómeno: se impuso la ultra derecha, votada mayoritariamente por varones. Hay un giro masculino hacia la derecha, mientras que las mujeres mantienen posturas entre el centro y la izquierda. Las elecciones ya no se definen por términos de “clase” sino por género y generación.

¿Por qué la ultraderecha seduce a tantos hombres jóvenes? «Hay mucha evidencia de que es un efecto backlash contra el avance del feminismo. Para la extrema derecha el feminismo culpa injustamente a los hombres, para el feminismo este backlash es lo normal cuando un grupo social pierde privilegios. Los hombres jóvenes han descendido en casi todos los indicadores comparados con otras generaciones, especialmente los de clase trabajadora. Y la causa no es el avance de las mujeres», asegura el analista político español Javier Carbonell, autor de «De proveedor a precario: cómo el declive económico de los hombres jóvenes alimenta el antifeminismo».

Ir en contra de las mujeres es la excusa en esta batalla cultural, que comienza en las urnas y sigue con el sentido. El odio al feminismo se alimenta con una narrativa que les dice a los varones: «ellas te cancelaron, te dijeron que eras un violento y un violador, nosotros te decimos que sos un león».

El relato de las nuevas ultraderechas se basa en mentiras y datos maniqueos que circulan rápida y masivamente a través de las redes sociales. La estrategia se completa con los ataques furibundos a la prensa, impedida de informar.

«Un pueblo libre debe tener una prensa libre -dijo este martes el presidente y editor de The New York Times, A.G. Sulzberger-. Hoy vemos la democracia bajo amenaza en todo el mundo«.

Aún no se toma dimensión del tema. Esta semana, por ejemplo, hubo elecciones en Salta, Jujuy, Chaco y San Luis, y la participación de la gente fue muy baja. El descontento y el desencanto son el alimento de la ultraderecha, que va por un nuevo modelo de poder, que no es la democracia.