Entusiasmado por la victoria electoral en la Ciudad, el Gobierno decidió retomar las medidas en las que venía trabajando con la mira puesta en impulsar una economía con menos cepo, inflación aún elevada y necesitada de dólares. En las últimas horas, Javier Milei reconoció que sigue revisando su plan para que los argentinos usen los dólares del colchón, una iniciativa clave para reactivar el consumo en la previa a los comicios de octubre.
El equipo económico también trabaja en la oficialización de los anuncios destinados a bajar los precios de los electrónicos, contener la inflación mediante la absorción de pesos (mientras topea tarifas y salarios) y mantener estable el tipo de cambio con la ampliación de la oferta de dólares, ya sea mediante un crédito con bancos internacionales o la posible emisión de un bono destinado a captar dólares en el mercado local.
1) Dólares en el colchón
El presidente Javier Milei retomó la medida que iba a ser anunciada la semana pasada, pero que finalmente se postergó porque no estaba lista. El mandatario admitió que no se va a preguntar de dónde salió el dinero, calificó la medida como un «blanqueo sin pago de impuestos» y dijo que los controles antilavado que realizan bancos mediante reportes de operaciones sospechosas (ROS) a la UIF son un «horror».
En el equipo de Luis Caputo aseguraron que la medida iba a estar «esta semana» o bien «en los próximos días.» Pero Milei sugirió que faltan ajustes, algo que ya había dicho el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cuando reconoció el viernes que se está trabajando en su «encuadre jurídico». «Tenemos que chequear todas las instancias y estar seguro que esto va a funcionar«, apuntó.
A diferencia de los blanqueos anteriores, el ministro reconoció que trabajan en «un cambio de régimen», que implicaría la relajación de los controles. El objetivo no sería ampliar la base de recaudación, sino ingresar capitales que están fuera del circuito económico para expandir la oferta de divisas, controlar el dólar y alentar el consumo en un contexto donde el crédito sostiene la demanda de bienes durables, pero no del consumo masivo.
2) Baja de aranceles a las importaciones
El Gobierno también aplazó las medidas anunciadas la semana pasada para «alentar la baja de precios y fomentar la competencia» en los productos electrónicos. Se esperan dos decretos para reducir los aranceles de importación a los celulares y bajar los impuestos para aires acondicionados, televisores y celulares importados y fabricados en Tierra del Fuego. «Está al salir», dicen en el Ministerio de Economía.
El segundo decreto permitirá que las empresas de la isla ingresen sus productos al continente en forma directa vía courier. Ya los anuncios desataron un clima de tensión: mientras la industria electrónica sigue afectada por el paro de la UOM en defensa de los puestos de trabajo, el Gobierno nacional habría dispuesto un comando unificado de fuerzas federales en la provincia en vísperas del paro general anunciado para este miércoles, según medios locales.
3) Una aspiradora de pesos
El BCRA prevé emitir en mayo un nuevo BOPREAL Serie IV para atender stocks de dividendos y deuda de empresas con el exterior. El monto de emisión sería de hasta US$ 3.000 millones, con una tasa de hasta el 3% semestral con un único pago de capital en octubre de 2028. La entidad tomará pesos al tipo de cambio oficial y podrán utilizarse hasta US$ 1.000 millones para cancelar impuestos. La medida se habría demorado por el poco apetito en este nuevo instrumento.
4) Crédito en dólares con bancos
En medio de las dudas en Wall Street sobre la capacidad del Banco Central para acumular reservas -algo que aún no ocurrió desde la salida parcial del cepo-, el Gobierno dijo la semana pasada que prevé un nuevo préstamo REPO con más bancos internacionales. El BCRA ya tomó deuda con cinco entidades por US$ 1.000 millones antes del pago a los bonistas en enero, y ahora otro tramo por US$ 2.000 millones podría sumar reservas previo al pago de julio.
5) Otro guiño al carry trade
Tal como anticipó Clarín, el Gobierno analiza un nuevo mecanismo para captar dólares sin esperar a que el tipo de cambio toque el piso de la banda. Se trata de un bono denominado en pesos a suscribirse en dólares para facilitar el acceso al carry trade a fondos extranjeros y bancos. Pero tanto en las entidades financieras como en las agencias bursátiles aseguran que todavía no hubo novedades.
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Juan Manuel Barca
Redactor de la sección Economía [email protected]
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