Un viejo aforismo sentencia que “quien puede lo más, puede lo menos”. Así, un cirujano puede realizar una curación, que es tarea del enfermero, pero éste no puede reemplazar al cirujano y operar. Por eso, la sociedad retribuye mejor al cirujano respecto al enfermero. Hoy, por disposición del Ejecutivo, las FFAA, preparadas para el mayor de los conflictos, como es la guerra, se encuentran empeñadas en operaciones de seguridad. Es decir que están realizando lo que, en esencia, les corresponde a las Fuerzas de Seguridad (FFSS). Y esto es así porque su personal tiene las capacidades para ello; faltaría dictar leyes que proporcionen el marco jurídico para este desempeño. ¿Pero tendrían las FFSS la capacidad de guerrear, es decir, hacer la guerra? Claramente no, pues carecen del material, capacitación y entrenamiento necesario.
Dicho lo precedente, ¿por qué las FFAA cobran menos que las FFSS? En mi opinión, la política salarial que se viene llevando para con ellas parecería que tuviera como finalidad degradarlas. Sus integrantes, al carecer de adecuados medios de entrenamiento y bajísima remuneración en relación a sus capacidades intelectuales, físicas y psicológicas, mudan, no sin dolor, de carrera, en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias.
Urge tomar medidas para que se reafirme la especificidad de la función militar y se devuelva a sus integrantes el orgullo de pertenecer. Es imprescindible mejorar las muy bajas retribuciones en relación con las de otros funcionarios civiles, incluidas las Fuerzas de Seguridad, cuyos salarios aumentaron mucho más que los del militar, en quien la sujeción profesional es mayor pues sus leyes particulares la constriñen.
Jorge Augusto Cardoso [email protected]
OTRAS CARTAS
Pide que promulguen una nueva ley de salud mental
La ley de salud mental debe derogarse ya. La primera razón que me permite afirmar esto es la forma inconsulta como nació. Entre gallos y medianoche, sin consultar a los especialistas (médicos, psiquiatras, psicólogos, abogados). Amparándose en una aberrante aplicación de los derechos humanos, se llegó a incluir en esta ley la imposibilidad de internación sin el consentimiento del paciente. ¡Incoherente! Se exige un periodo máximo para que el paciente permanezca internado, independientemente de cuál sea su estado. No me alcanza el espacio para mencionar todos los hechos que desde la vigencia de esta ley han sucedido, y se podrían haber evitado. Sres. legisladores, tienen en sus manos la vida o la muerte de seres humanos. No se arroguen prerrogativas y promulguen una nueva ley sana desde sus principios, con el apoyo de especialistas.
Carlos A Parizzi [email protected]
Una documentación “duerme” en algún estante del correo
Hace años escribí para quejarme de los robos / sustracción de envíos de paquetes o correspondencia desde España a Buenos Aires. Ahora, envié documentación y el 15 de mayo llegó a Argentina. Es para entregar en la ANSeS dentro de los 30 días a partir del 6 de mayo. Mi hermana ya recibió la citación de ANSeS y al llamar a Correo Argentino, un empleado le dijo que la documentación estaba en Monte Grande y otro, que estaba retenida en la Aduana. La carta duerme en alguna estantería. Qué vergüenza, cambian los gobiernos y todo sigue igual. Presidente Milei, use la motosierra para descabezar inútiles que parecen que lo invaden todo.
Silvia Lomba [email protected]
River y su mala racha en las definiciones por penales
Soy un simple médico, hincha de River y amante del fútbol. Después de haber escuchado su conferencia de prensa post partido ante Platense, me gustaría darle mi modesta opinión al DT Marcelo Gallardo. La definición por penales no es un hecho fortuito, es un hecho a estudiar y trabajar. Haber perdido las últimas 8 definiciones por penales, avalan lo que digo. Deberían ser elegidos los más capaces, los entrenados para ello, no puede ser a voluntad del que quiera. Sr. Gallardo, usted no es un improvisado, es un excelente profesional, pero los penales no son para improvisar. Por otro lado, según mediciones del periodismo, en River-Platense se jugaron 23 minutos del primer tiempo y 19 del ST, una estafa al espectador y un estímulo al equipo que intenta no jugar.
Dr. Jose Mario Lenczner [email protected]
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