Qué son los biomarcadores y cómo ayudan a tratar la depresión

En las personas con depresiones, con un tratamiento adecuado que combine medicación antidepresiva y psicoterapia, puede lograrse una recuperación completa. Sin embargo, en promedio, un 5% de los pacientes no logran mejorar, incluso después de varios tratamientos, o solo lo hacen en forma parcial y con persistencia de ciertos síntomas residuales.

Dentro de estos últimos, los más frecuentes son el no sentir placer, no tener mucho interés en sus tareas habituales, sentir vacío emocional,desesperanza, falta de energía, presencia de pensamientos negativos.

En la actualidad, conviene conocer que se dispone de biomarcadores que ayudan a que el tratamiento resulte efectivo.

¿Qué son biomarcadores? Son sustancias medibles en el cuerpo que proporcionan información sobre algún proceso biológico que interfiere en la recuperación y puedan guiar en la elección de terapias más efectivas. Es un área en plena expansión en la investigación y que, a futuro, seguramente será de suma efectividad en el diagnóstico y tratamiento de la depresión.

Con un tratamiento adecuado que combine medicación antidepresiva y psicoterapia puede lograrse una recuperación completa. / Foto Shutterstock.

Ejemplos de biomarcadores

Mientras, ya se pueden utilizar algunos de ellos.

1) Evaluación de algunas hormonas, ya que los pacientes con niveles elevados de cortisol muestran una pobre respuesta a cierta clase de antidepresivos, mientras que demuestran mayor efectividad a otros.

Respecto a la tiroides, el hipotirodismo es un claro factor no solo causal de depresión sino también de pobre respuesta a la medicación. En estos casos, el agregado de levotiroxina tiene un claro efecto potenciador de la acción de los antidepresivos.

2) Medición de marcadores inflamatorios ya que la inflamación crónica se ha vinculado con la depresión, por lo cual los pacientes presentan niveles elevados de la proteína C reactiva (PCR).

Al ser también un indicador que se observa en otras afecciones, por sí sola carece de especificidad y sensibilidad como herramienta diagnóstica, pero es útil en el tratamiento ya que los pacientes deprimidos con PCR elevada responden mejor a ciertos antidepresivos (los ISRN) mientras que quienes la tienen en valores normales o bajos lo hacen a otros (IRSS).

3) El dosaje de BDNF (Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro) es crucial para la salud de las neuronas y la plasticidad cerebral. En personas con depresión resistente se encuentra disminuido, lo que abre la puerta a tratamientos con la suplementación de hierro (que lo incrementa) u orienta para usar ketamina o ciertas terapias de estimulación cerebral.

Los biomarcadores puedan guiar en la elección de terapias más efectivas contra la depresión. / Foto Shutterstock.

4) Comprobar el nivel de hierro en sangre, ya que su deficiencia facilita la depresión al aumentar el glutamato y por facilitar la aparición de la depresión post-parto.

5) Chequear el perfil de colesterol, triglicéridos, glucemia e insulina, ya que sus desequilibrios pueden vincularse con la falta de respuesta a los antidepresivos.

6) La deficiencia de Omega-3 también relaciona con un mayor riesgo de depresión y una pobre respuesta a los antidepresivos y su suplementación ha mostrado beneficios, ofreciendo una opción simple y accesible.

El uso de biomarcadores no sólo puede mejorar el tratamiento, sino también reducir el tiempo que los pacientes pasan sufriendo sin una respuesta adecuada. Por eso, los psiquiatras recurren cada vez más a ellos en la práctica diaria.

E.M.

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