La aerolínea estadounidense de bajo costo Avelo Airlines está en el centro de una creciente controversia luego de firmar un contrato con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para participar en operaciones de deportación a través de vuelos chárter. La decisión ha provocado manifestaciones y llamados al boicot por parte de activistas y usuarios, especialmente en California.
Dónde estará la central de vuelos de deportación de Avelo Airlines
El sábado 31 de mayo, un grupo de manifestantes se congregó frente al Aeropuerto Hollywood-Burbank, uno de los centros operativos de Avelo en la costa oeste. Con carteles y consignas dirigidas tanto a la aerolínea como a los pasajeros, exigieron el fin de la colaboración entre la empresa aérea y las autoridades federales de inmigración.
El acuerdo firmado por Avelo Airlines establece que la compañía proporcionará aviones, tripulación y soporte técnico para vuelos organizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Estos viajes, según la empresa, se concentran en una nueva base ubicada en el estado de Arizona y no afectan las rutas comerciales regulares que actualmente operan desde California.
Durante varias horas, los manifestantes alentaron a los conductores a hacer sonar sus bocinas en señal de apoyo, mientras desplegaban mensajes contra las deportaciones masivas y la administración del presidente Donald Trump, impulsor de estas políticas.
“Por favor no compren boletos de viajes en Avelo, pónganse del lado de la gente latina que el presidente Trump odia y quiere que se vayan”, dijo un manifestante a Telemundo. La misma persona también acusó a la aerolínea de operar vuelos sin identificación y de ocultar su imagen corporativa para evitar el escrutinio público.
Según el reporte de Telemundo, algunos manifestantes afirmaron que el 31 de mayo despegaron dos vuelos que transportaban personas deportadas, presuntamente sin cumplir con el debido proceso legal. Acusaron a la aerolínea de participar en prácticas que consideran contrarias a decisiones judiciales previas.
Respuesta de Avelo Airlines sobre su colaboración con ICE
En un comunicado distribuido por el medio estadounidense, Avelo Airlines reconoció la sensibilidad del tema. Según el texto, la compañía evaluó los términos del contrato y decidió firmarlo con el objetivo de asegurar estabilidad financiera que permita ampliar sus servicios comerciales y mantener empleos a largo plazo.
“Tras un análisis profundo, determinamos que esta operación es una oportunidad para fortalecer nuestras finanzas y garantizar la sostenibilidad de nuestros servicios para los más de mil empleados que forman parte de la aerolínea”, indicó la empresa.
El fundador y CEO de Avelo, Andrew Levy, dijo anteriormente en una entrevista publicada por Fox News que los vuelos relacionados con el DHS no interferirán con las rutas comerciales actuales y que se ofrecerán oportunidades de traslado laboral para quienes deseen integrarse a la nueva base en Arizona. Además, la compañía ha comenzado una campaña de contratación para cubrir nuevos puestos en esa región.
Reacciones en otros estados
El impacto del acuerdo no se ha limitado a California. En Connecticut, donde la aerolínea también tiene operaciones, el alcalde de New Haven, Justin Elicker, criticó públicamente a Avelo. En declaraciones al New Haven Register, calificó la decisión de “preocupante” y pidió a la empresa reconsiderar su participación en vuelos de deportación.
“La decisión de colaborar con deportaciones es profundamente decepcionante y preocupante. Para una compañía que se autoproclama como la aerolínea local, esta decisión empresarial contradice los valores de New Haven”, señaló Elicker.
En paralelo, organizaciones comunitarias iniciaron campañas digitales para impulsar el boicot a Avelo. En la plataforma Change.org, una petición para dejar de usar sus servicios alcanzó las 38.894 firmas.
Según información recogida por diversos medios, la aerolínea firmó un contrato valorado en aproximadamente 150 millones de dólares con el DHS. El acuerdo implica la provisión de vuelos tanto a destinos dentro de EE.UU. como internacionales. Estos viajes cuentan con tripulación completa: pilotos, asistentes de vuelo y personal técnico.
La firma del contrato ocurre en un contexto de aumento de las políticas migratorias restrictivas impulsadas por Donald Trump, quien busca implementar la mayor campaña de deportaciones en la historia del país. Esto ha elevado las tensiones entre comunidades inmigrantes y las instituciones federales encargadas de hacer cumplir las leyes.