Tras realizar pruebas de funcionamiento se puso en servicio la nueva toma de agua de Puerto Rico, que extrae el líquido del río Paraná, reemplazando a una antigua balsa flotante. Dicha toma tiene capacidad para bombear 750 metros cúbicos de agua cruda por hora, hasta la planta potabilizadora ubicada a unos 500 metros, desde donde se abastece con agua potable a poco más de ocho conexiones del ámbito urbano y suburbano de la ciudad

“Esta concreción nos plantea nuevos desafíos. En ese sentido tenemos proyectadas nuevas redes, que nos permitan ampliar y mejorar la calidad del servicio en algunos barrios más alejados del casco urbano, así como a zonas rurales como San Alberto, Mbopicuá, Oro Verde, Línea León y Línea Paraná”, explicó Oscar Ojeda, presidente de la Cooperativa Aguas Puras Puerto Rico Limitada

Además, resaltó “esta futura red también pondrá el vital líquido a disposición de las autoridades y habitantes de municipios vecinos como Capioví y Garuhapé, con quienes estamos en contacto y a cuyos límites intermunicipales ya llegamos, pero vamos a mejorar nuestro servicio, en la búsqueda de una solución para los problemas de abastecimiento que estas localidades suelen padecer en épocas de sequías, porque se nutren de perforaciones y de arroyos cuyos caudales flaquean”.

Por su parte el intendente de Puerto Rico Carlos Koth dijo: “Esta toma fija de agua cruda es un antiguo proyecto de la comunidad, porque era una necesidad. Y en el 2019, junto a las autoridades de la cooperativa y al entonces gobernador Oscar Herrera Ahuad, conseguimos encaminar, para que la inversión millonaria, la financiara la Entidad Binacional Yacyretá, como parte de las obras complementarias que adeudaba a nuestra comunidad”.