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El 6-0 inicial invitaba a soñar con una victoria cómoda por parte de Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers, pero jamás la tuvieron fácil en los Grand Slam y este no fue la excepción: antes de ganar Roland Garros, tuvieron que sufrir y hacer muchísimo mérito para anteponerse a Salisbury y Skupski. Y si Zebolla no se inventaba un punto imposible en el set definitivo, quién sabe qué hubiera sucedido…
Pasado el triunfo por 6-0 y la derrota por 7-6 (5) en el segundo parcial, solamente quedaba el tercer set. Para cuando el marplatense hizo magia, la historia iba 3-3 y 15-40 en favor de los británicos, a punto de quebrar. Entonces, llegó el quiebre… pero no del servicio sino del partido. Un antes y un después.
Zeballos y Granollers festejaron en Roland Garros. (EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON)
Cuando la dupla europea fue a volear a la red, Salisbury le cruzó una pelota exquisita a Zeballos. Era el 4-3 con saque para ellos, que habría complicado las chances del dúo hispanoargentino, pero Horacio no lo quiso así: corrió hacia afuera de la cancha, llegó con lo justo y, tras el impacto de su raqueta, la pelota pasó entre la red y la caja que está a un costado del court.
Las caras de los dos bandos lo dijeron todo. Skupski se reía por la incredulidad. Zeballos, mientras pedía disculpas, sonreía y pedía aliento de la tribuna. La historia marca que ese 15-40 terminó revertido y con game para el argentino y su compañero, que a la postre vencieron por 7-5 para llevarse la copa. Y vaya si habrá sido clave ese punto.
El punto imposible que ganó Zeballos en la final de Roland Garros
Horacio Zeballos –
El terrible punto de Horacio Zeballos
ESPN.
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