Números y palabras parecen ser dos opuestos que nunca se cruzarán, pero un concurso pone el foco en el ingenio de los alumnos y apunta a generar un conocimiento integral a partir de la conjugación de estas dos materias troncales en la formación de cualquier ciudadano.

Se trata de las Olimpíadas de Matemática y Literatura, uno de los tantos certámenes organizados por la Olimpíada Matemática Argentina (OMA), que volvió a realizarse en la provincia hace tres años. El desafío es que los estudiantes resuelvan un problema matemático y la transformen luego en una obra literaria: un cuento, una fábula, una poesía o lo que prefieran.

Las inscripciones aún están abiertas y pueden participar alumnos de 5°, 6° y 7° de primaria y cualquier estudiante de secundaria. Pueden consultar a sus profesores de Matemática al respecto.

La competencia en la tierra colorada se hará el lunes 23 de junio de 14 a 17 en el colegio Santa María, aunque cada municipio tendrá su sede propia. Los alumnos que aprueben esta ronda se reunirán en el Instituto Cristo Rey de Apóstoles para realizar el regional que será corregido en Buenos Aires. De allí saldrán los representantes misioneros que irán a competir a la ronda final del 5 al 9 de octubre en La Falda, Córdoba.

En diálogo con El Territorio, Carmen Ríos, secretaria regional de la OMA, destacó que hubo numerosos inscriptos y que crece el interés de los chicos por participar de esta instancia y de todas las otras, que fue superior al año pasado.

“Los que estamos en olimpíadas nos basamos en resolución de problemas y para que el chico lo haga tiene que comprender, tiene que leer comprensivamente un texto sino no puede resolverlo. Entonces para nosotros es muy importante Lengua”, comentó.

Y agregó: “Este concurso realmente es muy lindo, me comentaba el profesor Sergio Caruk, que es el profe de Apóstoles que el año pasado acompañó a los chicos al nacional que es muy lindo porque el examen lo toman y evalúan doctores en Matemática y doctores en Lengua. Se hacen unas producciones que son increíbles porque los chicos tienen mucha imaginación”.

La profesora indicó que la semana pasada coincidió en un encuentro con profesores del resto del país y todos tuvieron la misma experiencia del aumento del interés de los chicos por las olimpíadas. “Es una toma de conciencia de que es un concurso en el que no importa si no llegás a ser de excelencia pero te abre la mente para muchas cosas”, acotó.

“La intención es recuperar la pasión por el descubrimiento, la exploración y la apertura del pensamiento, con capacidad de integrar, no sólo lo que las Ciencias producen, sino los valores que las sustentan; convertirlos en una forma de proceder en el mundo, una ética en la práctica”, versa uno de los fundamentos de la competencia.

Asimismo, se indicó: “Es el propósito de este concurso lograr una educación integral, alcanzar aquello que supone la sabiduría: una manera de poseer el saber, ser capaz de manejar y seleccionar el conocimiento, determinar qué es importante y qué no y evaluar la experiencia inmediata. Y para ello estar bien informado no alcanza. Se hace necesario generar conductas en quienes participan, un estilo que identifique su producción”.