El Neni 2040 de San Pedro lleva adelante una iniciativa innovadora que combina la educación disruptiva y la articulación con el nivel medio para generar conciencia sobre la importancia del cuidado del medioambiente. En el marco del mes aniversario del municipio, la institución trabaja en el proyecto ambiental Guardianes de la Selva Misionera: explorando y cuidando nuestro hogar ante el cambio climático, que busca enseñar a los niños a reciclar, separar residuos orgánicos e inorgánicos y cuidar el medio ambiente.

Precisamente, San Pedro está rodeado por áreas naturales protegidas, tierra que alberga uno de los pulmones más grandes del país: la Reserva de la Biósfera Yabotí, al acercarse un nuevo aniversario son oportunas las actividades que ponen en valor lo valioso del patrimonio natural para los habitantes.

La decisión de llevarlo a cabo fue “debido a los cambios en el clima, en la flora y fauna misionera y para cuidar el planeta en especial nuestro suelo misionero”, señaló Alejandra Sosa directora del Neni 2040 en diálogo con El Territorio.

A su vez, comentó que trabajan en el proyecto desde marzo y será presentado el viernes desde las 9 en el polideportivo local.

En esta oportunidad las aulas se convierten en espacios para la generación de conciencia y que los pequeños -desde los 3 años- sean los multiplicadores de saberes y hábitos amigables con el entorno, con la premisa de las herramientas que brinda la educación disruptiva como la radio escolar y la robótica, y tornarse un ejemplo de que es posible coordinar actividades entre el nivel inicial y el secundario.

Con mucho entusiasmo y esa magia particular que transmiten los más pequeños, en las aulas de cada extensión se investigan distintas temáticas, entre ellas el reciclado, el cuidado de la flora y fauna, y las formas en que podemos proteger el medioambiente. Un valor agregado del proyecto es que todos los materiales utilizados para los trajes artísticos provienen de elementos reciclados.

“Es un trabajo que involucra a todo el equipo. Vivimos este proyecto con mucha expectativa porque sabemos lo necesario que es actuar, y esta es una manera de empezar desde nuestras casas. Desde dejar el papel de caramelo en el cesto, reciclar, separar los residuos, eso es lo que queremos transmitir y qué mejor manera que hacerlo desde el primer eslabón dentro de la educación que es el nivel inicial y que esto impacte para que en nuestro municipio podamos clasificar los residuos”.

Una de las particularidades de esta propuesta es el uso de las herramientas de la educación disruptiva. “Es fundamental que nuestras propuestas sean actuales, con innovación. Vamos a realizar un programa de radio en vivo ese día, se pasarán spots y desde el espacio Maker las maestras utilizarán recursos tecnológicos para la ornamentación. Todo junto a los niños y niñas, detrás de esto hay mucha capacitación”, subrayó.

Además, el proyecto vincula el nivel inicial con el secundario. Desde el Neni realizaron un convenio con la Epet Nº 20, quienes son los encargados de fabricar la estructura y darle movimiento a quien será la figura del proyecto: un yaguareté.

“Los chicos de la Epet fabricaron el yaguareté, que sabemos está en peligro de extinción. Realizaron la estructura y le pusieron movimiento. Ahora las maestras con los alumnos le darán color para que sea lo más parecido a la realidad, todo con material reciclado. Es muy importante poder decir que es posible unir el secundario y el nivel inicial y demostrar el potencial de nuestras escuelas técnicas, de lo que tenemos en nuestro pueblo”, puntualizó la directora Sandra Velázquez.

Por último, valoró el compromiso de las familias y la colaboración de los alumnos en este proyecto. “Pese a la situación económica las familias se muestran muy predispuestas y colaboran en todo lo necesario para llevar adelante este proyecto. No es algo menor, para nosotras el acompañamiento de los padres, esto fortalece el vínculo escuela comunidad”.