El golpe que recibió lo dejó varios segundos tirado en el área rival. Su deseo por revertir el 0-1 parcial hizo que se parara, que se acomodara en el lugar indicado y que pusiera la igualdad. Y como si fuera poco, unos minutos más tarde, afectado por el dolor en uno de sus hombros, se hizo gigante para dar vuelta el resultado y desatar la locura en el Sur. Fernando Brandán fue el hombre de la película de la gran victoria de Temperley ante Colón.
El Sabalero tuvo un buen inicio en el Alfredo Beranger. El palo de Christian Bernardi, sumado a la apertura del marcador a través de Facundo Castro, cultivó la ilusión por volver al triunfo y sumar tres puntos importantes para arrimarse al Reducido de la Zona B. Sin embargo, el 7 del Celeste tenía otros planes.
Cerca de la finalización del primer tiempo, Brandán empezó a forjar la heroica. Metió un doblete en un par de minutos de diferencia por una dolencia en uno de sus brazos que lo hizo abandonar la cancha durante el entretiempo. Es cierto que apenas duró un tiempo, pero fue suficiente para transformarse en el jugador más importante del encuentro.
Claro, porque el Gasolero supo cerrar los caminos en el complemento. Porque Colón no supo cómo romper con la línea de cinco. Porque Temperley se hizo gigante para conseguir su octavo duelo sin caídas (4 PG y 4PE).
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