Se fue frustrado, otra vez, Franco Colapinto. El piloto argentino se había ilusionado con sumar sus primeros puntos en su regreso a la Fórmula 1 tras su mejor clasificación, pero pese a largar en el 10° puesto sufrió la mala estrategia de su equipo Alpine y se quedó fuera de la zona prometida. Terminó 13° y, si bien admitió que era muy difícil sobrepasar, una comunicación por la radio dejó expuesta la frescura y la ironía del pilarense de 22 años.
Fue en un diálogo con su ingeniero Stuart Barlow, quien le solicitó que intentara superar al brasileño Gabriel Bortoleto (Sauber), quien lo ‘frenaba’ para abrir brecha con su compañero de equipo Nico Hülkenberg.
“Tal vez con otro motor”, replicó el argentino, mientras conducía el Alpine a más de 200 kilómetros por hora. Enseguida, aclaró: “Es una broma”. Con la ironía, intentó aliviar una crítica a las limitaciones del motor de su auto.
Intentó e intentó superar al brasileño de Kick Sauber, pero no logró sacar la suficiente potencia de su coche para hacerlo. Encima quedó enredado con los líderes, que le habían sacado una vuelta, y sin mucho espacio para intentar alguna maniobra.
“El motor en las rectas es una locura, no podemos pasar a nadie. Ni saliendo de la curva con DRS y energía y todo… No podía ni acercarme. Complicado”, reconoció en declaraciones a la prensa.
Colapinto igualó el resultado que había conseguido en Mónaco, el mejor de su breve campaña con Alpine. Y se fue decepcionado por su actuación en un fin de semana que había arrancado bien, con una buena clasificación, y disconforme con la estrategia de una sola parada temprana del equipo, que no lo ayudó a compensar el rendimiento de un auto al que todavía no le terminó de encontrar la vuelta.
“No fue el domingo que esperábamos. Era muy difícil. Estuvimos en la estrategia equivocada. Creo que tuvimos bastante mala suerte por cómo se fue dando la carrera”, resumió, alicaído. «Fue casi un mini Mónaco hoy. Fue una carrera para la que no teníamos más ritmo. Una pena».
“Teníamos un muy buen auto para hoy en aire limpio. Después en aire sucio era muy complicado, las gomas se gastaban mucho”, afirmó. “Me sentí bien con el coche, pero fue una mala estrategia y creo que fue lo que me hizo quedar afuera de los puntos”, aseguró.
La próxima carrera, en Austria, será la quinta de su breve campaña con el equipo francés, la última que tiene garantizada por contrato. Luego de su paso por el Red Bull Ring, será el momento de evaluar lo hecho y determinar su continuidad. Y más allá de las decepción de Montreal, Franco eligió mirar lo positivo.
“A enfocarse en lo que viene y a sacar todo lo positivo de este finde”, comentó. “Se vienen circuitos que conozco, pero en los que dependés mucho del motor. Y acá vimos lo vulnerables que estamos en las rectas. Pero estamos encontrando el combo, el camino. Empezamos a entender un poco qué pasa cuando no encontramos el balance del auto, cuando no tengo confianza, no tengo ese grip que necesito… Hay que mirar para adelante, creo que se vienen fines de semana mejores”.