Murió Juan Manuel Abal Medina, organizador del regreso de Perón al país en 1972 y padre del exjefe de gabinete de Cristina Kirchner

Juan Manuel Abal Medina, abogado, secretario general del Movimiento Peronista entre 1972 y 1974, y organizador fundamental del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina luego de 17 años y dos meses de exilio, murió este domingo a los 80 años.

Padre de Juan Manuel Abal Medina hijo, quien fuera jefe de gabinete de Cristina Kirchner y, recientemente, candidato a legislador porteño, dejó un testimonio histórico a través de su libro “Conocer a Perón. Destierro y Regreso”.

Fue justamente su hijo quien este lunes confirmó la noticia a través de un breve mensaje en cuenta de X. «Lamentamos informar que en el día de ayer falleció Juan Manuel Abal Medina padre, sus restos se encuentran desde esta mañana en la bóveda de la familia. Que Dios nuestro Señor lo tenga en su gloria», posteó.

El hermano menor de Abal Medina padre fue uno de los fundadores de Montoneros, y señalado el ejecutor del general Pedro Eugenio Aramburu, ex presidente de facto, clave de la Revolución Libertadora.

Sobre el regreso de Perón, del cual fue artífice, Abal Medina relataba a Clarínese momento, durante una entrevista en noviembre de 2022, cuando se cumplían 50 años del operativo retorno: “El General estaba absolutamente tranquilo. Perfecto estaba. Comió bien en el vuelo, se fumó su cigarrito. Y en el mismo momento en que el comodoro Salas sube al avión, Perón se adueña de la escena. Cuando quería, era terrible, tenerlo enfrente al General no era para cualquiera. La decisión terminante de la dictadura fue mandarlo al hotel de Ezeiza. Los 300 compañeros de la comitiva permitida para recibirlo estaban en una especie de corralito, a lo lejos. Cuando ve el corralito con la gente, ordena parar el auto. Y fue la primera foto que le sacan, la de Rucci con el paraguas”.

Como muchos de su generación, los Abal Medina nacieron y se formaron en un hogar con una tóxica atmósfera antiperonista, Sin embargo, eligieron la rebeldía del disenso y la libertad del camino propio, que sería diferente para ellos: iniciados ambos en el nacionalismo católico, Juan Manuel, a quien Perón designaría secretario general del Movimiento cuando sólo tenía 27 años, nunca adhirió a Montoneros.

Se hizo en la fragua del sindicalismo histórico, en particular bajo las figuras de Rucci y Lorenzo Miguel, prohombres de “la patria metalúrgica”, etiqueta emblema del desprecio montonero. Podría decirse, a modo de alegoría, que nació en 1945, el año fundacional del movimiento creado por Juan Perón.

Luego de los dos regresos, del gobierno de Cámpora y de la muerte de Perón, ante el presagio de la llegada de los años de plomo, y con la muerte pisándole los talones en un par de atentados, Abal Medina se asiló en la embajada de México un mes después del golpe, acompañado por su hermano Pablo y por Nilda Garre y luego de peregrinar por refugios transitorios para salvar su pellejo. Allí permanecería hasta que, en 1982, en plena guerra de Malvinas, le llegó el salvoconducto para dejar el país.

Abal Medina se radicó en Ciudad de México. Al principio tuvo un puesto menor en la Secretaría de Tráfico y Transporte, y serviría como agente del CISEN (Inteligencia del Estado Mexicano) entre 1988 y 1994, dirigido por el secretario de Gobernación, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios.

También estableció un exitoso bufete de abogados en México, que más tarde abrió oficinas en España y Argentina.

A través de ese estudio, sería contratado por el empresario Carlos Slim, convirtiéndose en asesor jurídico de uno de los hombres más ricos del mundo, con quien también colaboro en su desembarco de negocios en el país.

En 2007, fue invitado por Néstor Kirchner para unirse al Gabinete de Cristina Kirchner. Escudándose en sus problemas respiratorios, rechazó el ofrecimiento aunque mantuvo sus lazos con el kirchnerismo.

-¿Por qué Perón no pudo disciplinar a Montoneros una vez que estuvo en el país?, preguntó Clarín.

-Porque hubo muchas situaciones desgraciadas como la unidad de Montoneros con las FAR, grupo de cuadros políticos más formados. Montoneros era un grupo de muchachos cristianos politizados. Las FAR eran cuadros marxistas con muy buena formación militar. Mazza y mi hermano Fernando fueron los únicos que fueron a Cuba a entrenarse militarmente… Y no entrenaban nada. Ahí fue cuando llegó el proceso de radicalización ideológica de Montoneros”.