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“Nuestro jugador Kylian Mbappé presenta un cuadro agudo de gastroenteritis y ha sido hospitalizado para realizarle diferentes pruebas y aplicarle el correspondiente tratamiento”. Con este escueto comunicado, Real Madrid quiso poner paños fríos a la preocupación de la afición merengue, luego de que se conociera que el delantero francés quedara internado en un hospital de Miami, donde el equipo de la capital española participa del Mundial de Clubes.
Kylian Mbappé no estuvo ni siquiera entre los suplentes del debut de Real Madrid, este miércoles, en el Hard Rock Stadium, donde su equipo apenas empató 1 a 1 contra Al Hilal, de Arabia Saudita.
El atacante comenzó a sentirse mal luego del entrenamiento del lunes, y prácticamente quedó aislado en su habitación de la concentración, ingiriendo líquidos y frutas. Al no haber una evolución positiva, Mbappé fue derivado a un hospital en Miami, donde le diagnosticaron una gastroenteritis aguda.
“En los últimos dos días ha estado mal, con un proceso viral importante. Tenemos que ver cómo va mejorando día a día”, había dicho Xabi Alonso, técnico de Real Madrid, que hizo su presentación en este Mundial de Clubes.
Real Madrid no tuvo el debut esperado y solo consiguió una igualdad ante el esforzado Al Hilal. El conjunto merengue tuvo en el final la oportunidad de irse victorioso, pero dilapidó un penal: el arquero Bono le atajó el remate al uruguayo Federico Valverde.
El segundo partido del equipo español será el domingo, a las 16 de nuestro país, frente a Pachuca. Sin embargo, el atacante solo llegaría en condiciones para sumar minutos en el tercer encuentro de la fase de grupos, el jueves próximo, ante Red Bull Salzburg.
Luego de su llegada a Real Madrid -un arribo que era esperado desde hacía un par de años-, Mbappé tuvo un rendimiento de menor a mayor, en una temporada que terminó siendo frustrante para los blancos, y que terminó con la salida de su entrenador, Carlo Ancelotti. El francés tuvo, de todas maneras, buenos números: culminó con 43 goles en 56 partidos, de los cuales 31 gritos fueron en la liga, lo que lo transformaron en el máximo artillero del torneo en el que Real Madrid terminó subcampeón.
