
Desde que se abrieron las puertas del Autódromo Rosamonte de Posadas el jueves, una marea de fanáticos del Turismo Carretera (TC) transformó el predio en una verdadera fiesta popular. Con gazebos, carpas, parrillas y banderas, familias enteras y grupos de amigos se instalaron para vivir a fondo la séptima fecha del campeonato del TC, y el clima no podría ser más festivo.
Algunos acampan desde hace días, otros llegaron apenas se habilitó el ingreso, pero todos comparten el mismo entusiasmo: la alegría de estar en una nueva edición del TC en Misiones, que ya es tradición desde 2007. En su edición número 18 en la provincia, todo indica que será una de las fechas más concurridas de los últimos años.
“No podíamos faltar a esta fiesta en Posadas”
“No podíamos faltar a esta fiesta en Posadas”, cuenta Avelino Ugarte, salteño e hincha de Boca y de Chevrolet, mientras giraba la tira de asado sobre la parrilla. Llegó con su familia el miércoles a la ciudad y junto a su mujer y sus tres hijos aprovecharon para ir a la Cruz de santas Ana y a San Ignacio.
El humo y el aroma del asado se mezclan con los colores de Ford, Dodge, Torino y Chevrolet que flamean en cada rincón del predio. Las reposeras, los mates compartidos, las camisetas del equipo favorito y las risas entre amigos marcan el pulso de un fin de semana que promete emociones fuertes tanto dentro como fuera de la pista.




La isla central fue uno de los espacios más elegidos para acampar. No obstante, hay grupos instalados en todos los sectores del autódromo, buscando la mejor vista del trazado. Las familias organizadas llevan conservadoras repletas, banderas con los nombres de sus ídolos y, sobre todo, muchas ganas de pasarla bien.
Motores y mates
Este viernes, la actividad en pista comenzó con intensidad. Los pilotos reconocieron el circuito a pie. Los autos salieron a girar en los primeros ensayos, y en boxes los equipos trabajaban sin descanso para afinar cada detalle. Mientras tanto, del otro lado de los alambrados, la fiesta no se detiene.
En cada rincón se escuchan charlas sobre autos, estrategias, motores y pilotos. Pero también hay espacio para jugar a las cartas, escuchar música, compartir un guiso al fuego o simplemente descansar al sol. La convivencia entre distintas familias y grupos genera un clima de camaradería difícil de encontrar en otros eventos.
TC en Posadas: un fin de semana inolvidable
El Turismo Carretera no solo es el espectáculo en pista. Es un encuentro entre generaciones, un ritual compartido, una experiencia que combina velocidad y afecto. Cada año, más familias se suman a esta pasión que se transmite de padres a hijos.
Posadas, que alcanzó el 100% de ocupación hotelera en este fin de semana XL, confirma que el TC es mucho más que una competencia. Es una fiesta del deporte y la familia. Y en el Rosamonte, esa fiesta se vive con el corazón acelerado.
Fotos: Sixto Fariña.