En el peronismo se muestran juntos, pero no están unidos

Llevar al peronismo a mostrase todo junto en la plaza es un objetivo puntual que conviene a los intereses individuales de Cristina, pero no es muestra de que ese acierto circunstancial permita localizar un objetivo común y que contenga a todos. No lo es mostrar a un partido atendido, como los almacenes de pueblo, por sus propios dueños.

El peronismo refrescó en la plaza su principal activo: mostrar juntas a todas las tribus, convocadas para solidarizarse con Cristina, jefa del peronismo del AMBA y formalmente presidenta del PJ. Juntos, claro, no significa estar unidos, que es lo que los llevó al poder en 2019, pero que no les alcanzó ni para gobernar con rédito ni renovar mandatos en 2023.

La unidad implicaría localizar un objetivo que reúna las posiciones afines y de ahí descolgar una estrategia, y la táctica. No conduce a nada juntar las cabezas de los caciques y llevar más de 100 mil a la plaza, para ponerlos detrás de una consigna de imposible cumplimiento. Sea realista, pida lo imposible, que liberen a Cristina.

La consigna del indulto a Cristina – eje de la campaña de sus mliitantes – ya logró invadir el discurso de Javier Milei. El presidente negó que la vaya a indultar, algo a lo que Alberto Fernández no se animó cuando tenía toda la lapicera. Una victoria dialéctica que lamentan los asesores del gobierno, que presumen de dominar el discurso público imponiendo el léxico (“casta”, “mandriles”, “principio de revelación” y otras cursilerías).

Odio más desinformación

No sirve la plaza si alienta ese cóctel perverso que mezcla desinformación con discurso de odio.

Estalló en el cobarde ataque a Artear. Fue una mancha en el país pacífico que puede asegurar, como, pocos, que se alternen gobiernos de signos contrarios sin violencia – eso es democracia. La defensa de Cristina eligió el camino de responder a un imaginario lawfare que lograría una condena con inhabilitación perpetua a partir de una campaña de prensa.

El jueves se celebró el Día Internacional para Contrarrestar los Discursos de Odio. Virginia Gamba, la argentina que ocupa el cargo más alto en la ONU – Representante del secretario para la prevención de Genocidios – habló en Nueva York de la amenaza a la libertad que significa la mezcla de discurso de odio y desinfomación, con el lubricante de la inteligencia artificial. Acá el discurso de odio, germen de atrocidades, movilizó un ataque-mordaza a un medio.

Peronismo de asamblea

La ronda de debate a la que ha llamado el sustituto en la jefatura del PJ José Mayans es una prueba del intento del peronismo de buscar un objetivo común que atornille la unidad e ilumine una estrategia electoral para el conjunto en todos los distritos. No la tuvo en 2023.

El dominio del partido por el peronismo del AMBA acuñó una fórmula presidencial de esa comarca. A Sergio Massa lo puso Cristina y a Agustín Rossi lo puso Alberto Fernández. El peronismo del interior se ocupó de hacerlos perder. Sus dirigentes, en su mayoría, se desengancharon de elecciones unificadas, y cuando se disputó la presidencia, se desmovilizaron y permitieron el vacío que convirtió presidente a Milei.

«- Ya sé que me van a meter presa, y vos vas a tener que hacerte cargo de todo-«, le advirtió Cristina a Mayans horas antes de conocerse la sentencia. El formoseño se esmeró en convocar por sectores a todas las tribus.

El punto más alto fue la asamblea del jueves de la semana anterior en la sede de Matheu. Los peronistas se entregaron un debate de una horizontalidad desconocida en el partido y que suele verse solo en las tenidas de la UCR, en donde la palabra de un presidente vale la como la de un puntero por la minoría de un municipio perdedor.

Paso de comedia en Matheu

La franqueza de los cruces les hizo recordar a los memoriosos la asamblea a la que convocó Néstor Kirchner en el quincho de Matheu en plena guerra del campo (5 de junio, 2008, dice mi archivo). Néstor dio la palabra como nunca había ocurrido.

Fue la noche cuando Hugo Moyano propuso llamar a la Iglesia como mediadora, no sin antes prevenirse de la respuesta: «- A lo mejor lo que digo es una boludez-”. Néstor, sanguíneo, estalló: “- Si, es una boludez. ¿Cómo vamos a llamar a una institución que fue cómplice de la desaparición de los compañeros?-«. Le habrá rebotado a Moyano, que pertenece a una confesión evangélica.

Esta vez el cruce más pintado ocurrió cuando Guillermo Moreno – que se fue del PJ y tiene marca propia – hacía una larga charla sobre el estado de la economía. Había tomado vuelo a cuatro motores según esa capacidad de persuasión que lo ha convertido una estrella de la pantalla chica, infaltable en todas las sobremesas.

Volaba por las alturas con ocurrencias del tipo.»- Si mi ferretería se funde es que antes ya se fundieron todas las demás», etc.

Lo interrumpió Abel Furlán, metalúrgico que se referencia en la tribu de Máximo: «- Che, parala, que no hemos venido acá a hablar de economía, sino de la compañera». Moreno: «- Perdón, si quieren no hablo más, pero a mí me llamaron para hablar de economía».

Terció otro metalero, pero de SMATA, Mario Manrique (a) Paco: «- ¿Cómo pará?, yo quiero seguir escuchando. Acá también vinimos a hablar de ideas». Una marejada de simpatía en favor de Moreno le devolvió la palabra para un cierre.

La pelea es por el Senado

Era una peña panperonista, no pejotista, con una mesa con dirigentes que tienen marca propia – Moreno mismo, Sergio Massa, Juan Grabois – a la que Jorge Capitanich le puso alguna nota de estrategia. Lo más importante son las elecciones, dijo, porque si no ganamos lo demás es inútil.

El objetivo es claro, ganar en los Ocho distritos en donde se renuevan senadores y llegar a un número que le impida al gobierno tener los dos tercios de los votos. Si el gobierno llega a tener ese número va a completar la Suprema Corte como se le antoje y va a poner el procurador general de la Nación.

En el dictamen que el procurador interino Eduardo Casal elevó a la Suprema Corte en la causa Vialidad, pidió agravar la pena de la casación para Cristina de 6 a 12 años aceptando la carátula de asociación ilícita. Ese cargo será clave para los cambios que se vienen, con la extensión del sistema acusatorio en la justicia federal en todas las provincias.

En este sistema los fiscales serán más importantes que los jueces y el gobierno puede hacer daño. El bloqueo que produjo la pelea interna en el gobierno de Alberto Fernández impidió que avanzase la designación del candidato Daniel Rafecas. El pliego ni se trató en comisión.

El mismo bloqueo de relaciones entre oficialismo y oposición ha impedido desde 2015 que se designe un Procurador acordado entre el peronismo y el no peronismo. Tampoco han prosperado los proyectos de ampliación de la Corte, que en 2016 le llevó Miguel Pichetto a Mauricio Macri. No es hora de lamentarse – Too Late for Tears, filme noir de 1949 que inspiró a nuestro Dolina.

Pelea por la economía

Esta línea estratégica es la que va a seguir el peronismo: tratar de ganarle al gobierno que es hoy un arco de cuentapropistas que depende del éxito del programa económico. Sergio Massa plantó en esa reunión de Matheu la consigna de que Cristina es presa de Milei. Moreno agrega que el plan va a fracasar.

La crítica del programa seguramente tienta a las tribus del peronismo para encontrar una línea de consenso. Que hablase Moreno en la peña de Matheu fue un señalamiento implícito de distancia de la gestión de la economía del último turno de gobierno. Moreno suele señalar a Kicillof y a Martín Guzmán como socialdemócratas alejados de la economía peronista que dice encarnar él.

De hecho, Moreno se incorporó al gobierno Kirchner después de que Néstor lo escuchase en una charla de campaña, antes de 2003. Fue en un local del PJ del barrio de Palermo que controlaba el pedagogo Osvaldo Devries, que fue funcionario del área educación en varios gobiernos peronistas. Subyugado por la doctrina morenista, Néstor le pidió a Devries: “- Tráemelo. Lo quiero en todos los actos-”. De ahí, al infinito y más allá.

Señales vaticanas

Algún sector del PJ va a aprovechar el “El Informe del Jubileo”, documento que presentaron este viernes Joseph Stiglitz y el exministro Guzmán en la Academia de Ciencias del Vaticano.

El “Jubilee Report” fue el último encargo que le hizo a sus economistas el papa Francisco antes de morir. Se presentó como un capítulo del Jubileo 2025, “un plan para abordar las crisis de la deuda y el desarrollo y crear las bases financieras para una economía mundial sostenible centrada en las personas”.

El nuevo papa León avaló que se completase el trabajo, que propone un menú de soluciones heterodoxas al problema de la deuda de los países más pobres. El informe incluye críticas al FMI que firmarían con gusto los economistas del PJ.

“Si el préstamo está influenciado por consideraciones geopolíticas o calendarios electorales, – dice en un párrafo – puede conducir a un endeudamiento insostenible, con efectos adversos adicionales, incluyendo el compromiso de la soberanía de las naciones deudoras y la credibilidad de las instituciones multilaterales. Incluso la apariencia de falta de imparcialidad y de préstamos con motivaciones políticas puede socavar la credibilidad y la eficacia de estas instituciones.”

Axel no unifica

En el mismo sentido de asegurar un resultado airoso en las elecciones de octubre se mueve Axel Kicillof, que se sumó a la foto de familia, aunque no cree que haya unidad de objetivos. Resistió todas las presiones del cristinismo – y del mileísmo, desde ya – para unificar la fecha de elecciones en Buenos Aires con la nacional.

Mandó a decir varias veces que ni sueña en dar marcha atrás en el desdoblamiento. También ha ordenado a sus operadores – Carlos Bianco, el «Cuervo» Larroque, Cristina Álvarez Rodríguez, «Kato» (alias Gabriel Katopodis)- a que corten los teléfonos con quienes, desde varios distritos, se acercan a pedir caminar con el nombre de Axel.

Nada hasta el 7 de setiembre. Si ganan, se prenden todas las luces, si no, habrá que empezar de nuevo.

Dardo venenoso del PRO

Le puso pimienta a esta afirmación – desde un ángulo que se presumía amistoso – el agrio documento del PRO «Justicia para todos», elaborado por la Fundación Pensar que preside María Eugenia Vidal y que coordina en el área económica el exministro Hernán Lacunza.

Para el gobierno fue una señal tan agresiva como el repudio de la Universidad Católica Argentina (cantera de funcionarios del gobierno) a José Luis Espert. Este documento saluda la condena a Cristina y la baja de la inflación.

Pero le pone observaciones a la recuperación de la actividad, la falta de competitividad, las consecuencias de la tensión cambiaria, la caída del ingreso, la insuficiencia de las desregulaciones, el desperdicio de la ley de Bases, el mal aprovechamiento de las emergencias, la demora en el avance de proyectos RIGI.

En suma, es una cartilla de un partido opositor que le llega en el peor momento. En la primera semana de julio cae la delegación de facultades que se le votó al gobierno en la ley de Bases. El documento le avisa que el PRO, por lo menos, no va a mover un solo dedo para que el Congreso se las renueve.

Es la respuesta de Macri a los desaires de Milei, que no lo deja ni pisar la Casa de Gobierno y así preservar para él solo, ante el público y los mercados, la autoridad sobre el programa.

El jubileo del Milenio

El informe de Stiglitz-Guzmán lo atiende también a Macri. Propone que los países recuperen herramientas para regular los flujos de capital.

En Argentina, esto significaría volver a implementar regulaciones que limiten el ingreso de capitales especulativos de corto plazo, que generan burbujas y salidas repentinas, como ocurrió durante el gobierno de Macri en 2018-2019.

El Jubilee Report también respalda reformas legales en la jurisdicción de Nueva York que impidan que fondos buitre bloqueen reestructuraciones de deuda, como ocurrió con Argentina en 2014.

La reforma ya fue aprobada por el Senado del Estado de Nueva York; falta su tratamiento en Diputados. Si allí se aprueba, ofrecería un marco legal más justo y equilibrado – dice el Report – para futuras reestructuraciones.

También cuestiona los sobrecargos (surcharges) que aplica el FMI a los países con préstamos grandes o prolongados, señalando que penalizan injustamente a los países en crisis.

En la presentación hubo veedores criollos como Roberto Carlés, exembajador en Italia del anterior gobierno y, por supuesto, Gustavo Béliz, miembro de la Academia Pontificia.