La Iglesia de Mendoza denuncia la muerte de dos personas en situación de calle por el frío y la falta de acción oficial

En el inicio del invierno, piden a la provincia y los municipios un mayor despliegue para asistir a los más vulnerables
En medio del frío que vive esta provincia del oeste argentino se encendieron las alertas por las personas más vulnerables. Fue la Iglesia la que, en el arranque del invierno, alzó la voz para reclamar por los mendocinos en situación de calle, advirtiendo que todo podría agravarse en las próximas jornadas. En las últimas horas, ya se registraron dos muertes por hipotermia en la vía pública, lo que motivó a la curia local a denunciar que esta cruda realidad podría haberse evitado, poniendo énfasis en la falta de acción del Estado y en la importancia de tomar medidas.
Los fallecimientos que dio a conocer la arquidiócesis –liderada por el arzobispo Marcelo Colombo, también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina– se produjeron en los departamentos de Ciudad, en pleno microcentro, y en San Martín, en el este provincial, lo que puso sobre la mesa la falta de una política integral y coordinada para atacar la problemática, teniendo en cuenta además que ya se registra otro grupo de personas en condiciones sanitarias críticas.
De acuerdo con datos que pudo recabar LA NACION, en toda la provincia hay más de 700 personas en situación de calle, de las cuales el 30% se ubica en la capital. El resto, en su mayoría, se distribuye en el Gran Mendoza, aunque también hay casos puntuales en comunas más alejadas del área metropolitana.
Desde el gobierno mendocino indicaron a este diario que están reforzando las acciones de abordaje en coordinación con los municipios. También sostuvieron que hay un total aproximado de 260 plazas activas, distribuidas en diferentes espacios habilitados. Asimismo, señalaron que existen 30 plazas disponibles en refugios para ser utilizadas.
Mediante un duro documento, la Arquidiócesis de Mendoza, a través de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social y Pastoral de Calle, manifestó su preocupación por lo que está ocurriendo en la provincia, al tiempo que hizo un llamado frente al accionar de quienes a diario limpian la vía pública. “Llegó el frío y se dieron pasos, pero algunas iniciativas no se desarrollaron adecuadamente. En los días previos al inicio del invierno ya hemos despedido a dos hermanos en situación de calle, quienes fallecieron como consecuencia del frío. Las campañas y colectas de frazadas y abrigo se vuelven infructuosas cuando camiones recolectores de la basura cargan las colchas y abrigos con los que nuestros hermanos pasan la noche”, sostiene el escrito, en el cual dejaron en claro la necesidad imperiosa de instrumentar “acciones concretas, reales, posibles, urgentes y en conjunto con toda la sociedad”.
De acuerdo con las fuentes consultadas por LA NACION, sobre todo especialistas en asistencia social, el abordaje es complejo por las distintas tipologías de personas en situación de calle, entre ellas adictos, enfermos psiquiátricos, cosechadores temporarios, familias desalojadas y ciudadanos en conflicto con la ley. Por tal motivo, se requiere una acción interdisciplinaria, con el compromiso de los diferentes estamentos oficiales y sociales para encontrar “soluciones de fondo a un drama humano y social tan acuciante”, ponderan desde la Iglesia local, a la espera de una reacción mayor de las distintas áreas.
“Durante más de diez años, la Iglesia ha sostenido un acompañamiento pastoral en distintos puntos de la provincia. El año pasado, con ayuda de voluntarios, organismos gubernamentales y la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, se montó un refugio para atravesar el invierno”, indicaron desde la arquidiócesis mendocina, aunque explicaron que desde febrero de este año las iniciativas planteadas quedaron solo en buenas intenciones.
Bajo este escenario, la comunidad religiosa mendocina continúa disponiendo de espacios comunitarios en las comunas de Capital, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, San Martín y otras comunas donde se brinda comida caliente, abrigo, atención sanitaria y acompañamiento para afrontar problemas de adicciones y vinculares. Al mismo tiempo, señalaron que se trabaja de manera mancomunada con diferentes ONG y credos.
Dar un vuelco
Así, ante la inminente llegada de nuevas olas polares la Iglesia local llama a los responsables políticos de la provincia a dar un vuelco en el abordaje de la problemática. “Invitamos al Estado provincial y municipal a revisar la forma de abordaje y acompañamiento integral para las personas en situación de calle de modo que los recursos puedan ser bien dirigidos para darles dignidad y promoción humana. Estamos abiertos a retomar los espacios de diálogo, a pensar acciones en conjunto y a seguir con nuestro compromiso diario en favor de los hermanos y amigos en situación de calle”, remataron en el documento.
Desde la gobernación, indicaron a este diario que refuerzan los trabajos de asistencia junto con los municipios. Afirman que realizan acciones con el acompañamiento de la Dirección de Contingencias y las comunas de Guaymallén y Ciudad, que colaboran en la atención y derivación de las personas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
“La Dirección de Contingencia del Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial efectúa las tareas con un equipo de trabajadores sociales tanto de día como de noche, junto a las guardias municipales los 365 días del año. Ofrecen opciones de albergue, subsidios para alquileres, y acompañamiento en trámites, trabajando con diversos recursos y convenios. El abordaje también cuenta con el trabajo de la Unidad de Atención Primaria de Salud Itinerante (Uapsi), que depende de la Dirección de Atención Primaria de Salud”, indicaron desde el Ejecutivo mendocino, haciendo hincapié en que los últimos 30 días se realizaron operativos en los que intervinieron con más de 30 personas, algunas de las cuales aceptaron el traslado a albergues.
Además, explicaron que se implementaron los operativos para garantizar la seguridad en áreas donde pernoctan personas en situación de calle, enfocándose en reducir riesgos de accidentes en desagües y cauces cercanos.