Ante 50 mil personas, entre ellas el técnico de River, Marcelo Gallardo, sus ayudantes Matías Biscay y Hernán Buján y el director deportivo Enzo Francescoli, que vinieron a ver el partido, PSG le ganó al tranquito al Seattle Sounders en el Lumen Field para lograr la clasificación a los octavos de final y mantener firme su candidatura al título.
Si bien no fue de los mejores partidos del PSG, la sensación que dejó es que es una máquina que va regulando sus momentos. El manejo y circulación de pelota, los controles y la manera de moverse de sus jugadores y ocupar los espacios en el campo de juego es sensacional. Todo aceitado. Un equipo compacto para atacar y también para defender.
Ante los Sounders, de todos modos, jugó con una marcha menos. Con la autosuficiencia del que sabe que cumplirá con el trabajo sin problemas. Como si supiera que tarde o temprano los goles llegarían y ganaría el partido sin problemas. No gastó demasiadas energías, aunque tampoco es que subestimó el encuentro ya que Luis Enrique mandó a la cancha a todos a excepción de Dembelé, que sigue lesionado.
El PSG movió la pelota de un lado a otro aunque no tuvo la profundidad de siempre. Y casi que se encontró con los goles. En el primero tuvo algo de fortuna, ya que el remate de Vitinha se iba desviado pero rebotó en Kvaratskhelia y entró al arco. Y el segundo fue tras un contraataque rápido en el que Barcola asistió a Hakimi.
Eso sí, el haber salido con mucha tranquilidad a jugar el partido lo hizo pasar algún sofocón al PSG, como cuando Donnarumma entregó mal una pelota con los pies y el colombiano Ferreira la tiró increíblemente a la tribuna.
El PSG había iniciado este Mundial de Clubes bien arriba con una goleada al Atlético de Madrid, con el envión de ser el mejor de Europa, tras ganar la Champions League con un impactante 5-0 al Inter en Múnich. Ganó muy bien el partido más fuerte pero después se relajó. Se confió con Botafogo, que lo superó en Los Ángeles, y en el Lumen Field se recuperó ante el débil Seattle Sounders, que le aguantó más de media hora el 0 a 0.
La sensación es que la máquina entró a boxes y aun así logró clasificarse primero en su grupo, dado que al haber triple empate en la primera posición entre PSG, Botafogo y Atlético de Madrid, se definió por la cantidad de goles de los partidos entre sí y el equipo francés tuvo una mejor diferencia.
Y a pesar de haber regulado, el PSG sigue siendo candidato al título. Por su jerarquía, por la superioridad de sus jugadores, la sabiduría de su entrenador y por ser el último campeón de Europa.