El fuerte temporal registrado en la zona de Palmera Boca y Plan Piloto y la intensa lluvia en todo el municipio, dejó a San Pedro sin suministro de agua potable. La interrupción se debe a daños en el tendido eléctrico y obstrucción en la recepción de agua cruda en la toma ubicada en colonia Aster. 

El temporal provocó la caída de árboles sobre el tendido eléctrico que alimenta la nueva toma de agua, lo que redujo y luego interrumpió el servicio de agua potable. Aunque los operarios de Energía de Misiones lograron restablecer el servicio eléctrico para la toma, el inconveniente persiste debido a que la creciente cantidad de agua de la lluvia arrastró barro y residuos que obstruyen el ingreso de agua cruda a la toma.

Desde el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS), encargado de prestar el servicio en la localidad, solicitan a los usuarios el uso racional y consciente del vital líquido mientras se trabaja para restablecer el servicio. La municipalidad dispuso de máquinas como retroexcavadoras para la limpieza de la toma y así poder retirar del lugar una gran cantidad de barro y demás residuos cómo palos.

La casa que se salvó

En la chacra de la familia Duarte, a unos 500 metros de ruta nacional 14, en Palmera Boca, lugar donde el temporal dejó por tierra varias hectáreas de forestación, conocido también por la fuente de ‘Agua Santa’, a diferencia de la vivienda de la familia que estaba deshabitada anoche, un galpón, tanques de agua y árboles, la casa donde viven los cuidadores, en el mismo terreno, quedó prácticamente intacta y pareciera protegida por la santa de la vertiente sagrada. 

“Para nosotros fue un milagro”, coincidieron hijos y sobrina de María Barreto (69), la dueña de casa que justo en estos días se encontraba de viaje, una señora que ama cada rinconcito de su hogar, que sufrió severos daños por el temporal. Los muebles, colchones, frazadas y prácticamente todo lo que tenía en el interior de la casa se mojó, apenas pocas cosas lograron cubrir para no perderlo todo. 

Así como el techo, que una de las chapas se puede observar incrustada a lo alto, a unos mil metros de distancia en lo que quedo de un eucalipto, el tanque de agua, plantas de naranja, árboles de gran porte, un galpón, todo se derrumbó con la fuerza de las ráfagas, menos la casa que está a unos cinco metros, donde estaba la pareja que cuida la propiedad ante la ausencia de los propietarios. 

“Mi mamá justo no estaba, está de viaje y hoy vuelve. Cuando supimos lo ocurrido vivimos de inmediato a ver a los cuidadores. Nos quedamos perplejos cuando vimos que todo estaba destruido menos la casita de ellos, era lo que más nos preocupaba”, dijo una de las hijas mientras acomodaban un poco y veían la manera de volver a cubrir la vivienda y salvar algunas cosas. 

Entre el paisaje desolador que se observa desde el lugar donde está ubicada la casa, ya que permite una panorámica de la franja de forestación aranzada por el temporal, para muchos con características de tornado, la familia alude a un milagro el hecho de que la vivienda de madera haya quedado intacta. ‘Solo una partecita del baño se levantó el techo, lo demás está intacto. No hay como explicar es un milagro. Por Dios a los cuidadores, que ya son mayores, no les pasó nada» coincidieron aliviados. 

En este, como en los demás casos de las, en total cinco viviendas damnificadas, las familias se apoyan en la solidaridad y en la fe para reunir fuerzas y seguir adelante, y en este caso puntualmente traen a la memoria la misteriosa vertiente que brota a unos metros de la propiedad, donde una partera encontró una piedra en forma de la virgen María, y que además se ubica en uno de los costados del epicentro del temporal. 

La historia de la fuente de agua cristalina, se hizo conocida allá por 1970, de manos de una ya fallecida partera llamada Mariona Vergara, que fue quien habría encontrado en dicho ojo de agua, la imagen en piedra natural de la santa. Por años, fueron cientos los feligreses que se acercaban a la fuente. El lugar perdió su protagonismo con la obra de la ruta nacional 14, que cambió considerablemente el acceso y paisaje del lugar. 

Sin embargo, pese a todas las intervenciones, la vertiente no se secó y en el 2018 una hija del fallecido dueño del espacio intentó rescatar el lugar.