Un fenómeno insólito sorprendió a la NASA y a toda la comunidad científica internacional: un satélite, conocido como Relay-2,emitió una potente señal de radio. Al artefacto se lo consideraba simplemente otro pedazo de chatarra espacial flotando alrededor del planeta. Pero el mensaje llegó, breve e inesperado, y dejó a los astrónomos boquiabiertos.
Este hallazgo tuvo lugar mientras un grupo de especialistas en Australia realizaba observaciones rutinarias del cielo profundo. De repente, los instrumentos captaron una señal tan intensa como efímera, que no provenía de un rincón lejano del universo, sino desde muy cerca de la Tierra.
Qué se sabe sobre el satélite Relay-2 y su historia
La fuente del pulso fue identificada como el satélite Relay-2, lanzado por la NASA en 1964 con fines experimentales. Su vida útil fue corta: en 1967 se lo dio por completamente fuera de servicio, y desde entonces orbitaba como basura espacial a unos 20.000 kilómetros de la superficie terrestre.
Pero el 13 de junio del año pasado, los radiotelescopios del conjunto ASKAP (Australian Square Kilometre Array Pathfinder) detectaron una emisión que duró menos de 30 nanosegundos, pero que fue tan intensa que eclipsó cualquier otra señal registrada en ese momento.
Los investigadores pensaron al principio que podía tratarse de un nuevo pulsar dentro de la Vía Láctea, hasta que descubrieron que la emisión venía de un objeto mucho más cercano: el viejo Relay-2.
La señal fue localizada a unos 20.000 kilómetros de la Tierra, en la órbita donde se encuentra Relay-2. Foto: Gemini.
Aunque por ahora no se difundieron nombres ni declaraciones oficiales, se sabe que el equipo australiano involucrado ya está preparando nuevas observaciones del área. También, desde la NASA admitieron su sorpresa y anticiparon que van a revisar los datos históricos del Relay-2 para entender qué pudo haber reactivado este satélite olvidado.
Por qué un satélite sin energía puede emitir una señal
Que un aparato sin energía activa y considerado obsoleto desde hace más de 50 años emita una señal plantea un desafío para los científicos. ¿Qué lo generó? Las hipótesis son dos:
- Un micrometeorito podría haber impactado contra su superficie, provocando una nube de plasma que emite radiofrecuencia.
- Una descarga electrostática acumulada podría haber sido el detonante.
El caso generó sorpresa y desconcierto en la NASA y en la comunidad astronómica. Foto: Gemini.
Cualquiera de estas dos posibilidades sería difícil de comprobar desde la Tierra. Sin embargo, lo sucedido pone en agenda un nuevo tema: la necesidad de prestar más atención a los satélites inactivos. Puede que no estén tan «muertos» como se creía.
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