Llora como un niño Franco Mastantuono. Tiene sentido: es un chico. En todo caso, lo que demostró en la vara de dificultad argentina y sudamericana en los últimos meses, la personalidad para jugar y la inversión superior a los 70 millones de dólares que decidió hacer el club más importante del mundo en él, desacreditaron por un tiempo su DNI: pero son 17 los años que tiene el zurdo. Son 17 años que en este Mundial de Clubes quedaron expuestos y no solo por ese llanto final.
La joya no estuvo a la altura de las expectativas que generó, con pasajes de juego en los que mostró que todavía está verde para la toma de decisiones y que tiene muchísimo por aprender. Gallardo quería ser ese docente que a partir del 15 de agosto será un Xabi Alonso que lo llamó en la previa al viaje a EE.UU y lo hipnotizó.
El saludo de Mastan con Gallardo luego del partido (REUTERS/Agustin Marcarian).
La ilusión que había en el #30 después del único semestre en el que jugó regularmente como titular para el club de sus amores era demasiado grande y se desinfló abruptamente. Primero, con una novela que afectó los planes del Muñeco para este mismo torneo y especialmente para lo que viene con la Copa Libertadores en el horizonte, y después, con la propia actuación del juvenil, que tuvo un mal debut contra Urawa Red Diamonds, que levantó su nivel aún sin llegar a ser decisivo contra Rayados y que no dio la talla contra Inter, un rival que le spoileó el roce europeo ABC1 que tendrá a partir de ahora.
Cuando Julián Álvarez se fue de River con una venta con delay a Manchester, jugó ese último semestre en Núñez realmente como el 9 del City de Guardiola, sacando demasiadas diferencias. Mastantuono se fue del club de otra forma: en la costa del Pacífico, el CARP no jugó con una estrella del Real Madrid sino con un pibe de sus Inferiores que parece predestinado a marcar una era en el fútbol europeo pero que de momento, en un grupo con japoneses y mexicanos, no pudo desnivelar como el crack que es.
En la previa al inicio de esta competencia, Gallardo decía que veía que FM30 solo pensaba en jugar al fútbol. Pues bien, será imposible saberlo porque es imposible entrar en la cabeza de un chico que vive tantas cosas de golpe, pero el escenario pareció pesarle: la mochila que ayer nomás estaba liviana, apenas con manuales de matemáticas y geografía de quinto año, ahora tenía muchos kilos encima, millones de dólares, tapas de diarios aquí y allá, la mirada de toda la prensa internacional, miles de comentarios de todo tipo en sus redes sociales, la decepción de millones de hinchas que querían verlo un rato más.
Así, Mastantuono se va de River en fade out, con la ilusión de volver algún día tal vez, pero con la desilusión de no haber levantado ni un solo título con esta camiseta. Y con la seguridad de que a Gallardo le deja más que un problema para la reconstrucción de un equipo que todavía no termina de encontrar una identidad y que lo extrañará demasiado. Aun cuando, a los 17, esta vez mostró que todavía tiene muchísimo por aprender…
El dolor de Franco luego de la eliminación (REUTER).
SEATTLE (ENVIADO).
Mirá también
Escándalo en Auckland por el reparto del premio tras empatar con Boca
Mirá también
El espectacular recibimiento que Boca ya prepara para Leandro Paredes
Mirá también