Misiones
Pastoral Diocesana de Adicciones, diez años enfrentando el flagelo de las drogas en Oberá
La Pastoral Diocesana de Adicciones de Oberá (Instagram) cumplió diez años de trabajo ininterrumpido en la lucha contra el consumo problemático de sustancias en la zona centro de Misiones. En este período, se confeccionaron 1.385 historias clínicas, lo que representa igual cantidad de personas que se acercaron en busca de ayuda, orientación y contención para iniciar un tratamiento, guiados por un equipo multidisciplinario que trabaja en la sede ubicada sobre la avenida Sarmiento 645.
Más allá del acompañamiento profesional, el verdadero corazón del espacio está en el compromiso de voluntarios que desde el inicio se sumaron a la tarea de asistir en todas las instancias del proceso. A ellos se suman distintas instituciones públicas y empresarios locales que desde el anonimato colaboran para garantizar la continuidad de este servicio gratuito y esencial, sostenido bajo el ala de la Diócesis de Oberá, cuyo titular es monseñor Damián Bitar.
El coordinador de la Pastoral es el doctor José Fabio, profesional fuertemente comprometido con la temática, quien recordó que la tarea comenzó en 2015 dentro de la Secretaría de Ciudadanía de Cáritas Diocesana. Fue entonces cuando, a partir de una convocatoria, se planteó por primera vez la necesidad de acompañar a personas atravesadas por consumos problemáticos. La historia empezó con un solo paciente y hoy ya son miles los que pasaron por el espacio.
«El adicto se enferma primero, luego su familia y después toda la sociedad», explicó el referente de la Pastoral, al poner en perspectiva la importancia del abordaje comunitario de una problemática que atraviesa edades, clases sociales, credos y banderas políticas. La adicción, insistió, no discrimina, y en ese diagnóstico coincide la experiencia cotidiana del equipo.
En el marco del décimo aniversario, se celebró una misa en la Catedral San Antonio de Oberá, encabezada por el padre Ariel Manavella, quien no dudó en denunciar «el avance transversal de los mercaderes de la muerte» en todos los ámbitos de la sociedad y cada vez a más temprana edad. Lo hizo anoche, en coincidencia con el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
Luego, en el predio Oasis de la Misericordia donde funciona la sede de la Pastoral Diocesana de Adicciones, se descubrió una placa conmemorativa por los diez años de labor. Además, el intendente Pablo Hassan dejó inaugurado un nuevo espacio de escucha, considerado clave para el acompañamiento diario de quienes atraviesan situaciones críticas vinculadas al consumo y necesitan un sitio acorde y privado para comenzar a contar su situación. Es el primer paso en el camino de la recuperación.
Durante el acto, el secretario de Estado de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de Misiones, Roberto Padilla, destacó el valor del trabajo realizado por la Pastoral, a la que consideró «punta de lanza» para replicar este modelo en otras localidades como San Vicente y Aristóbulo del Valle, llegando hasta Puerto Iguazú. Señaló también que se trata de una iniciativa que articula de forma eficaz con políticas públicas provinciales.
El jefe de la Unidad Regional II de la Policía de Misiones, Claudio Ludtke, acompañó la jornada y valoró el rol preventivo del espacio, y en sintonía, el intendente Hassan instó a la comunidad a involucrarse activamente en la lucha contra el narcotráfico, utilizando los canales anónimos de denuncia que ofrece la fuerza de seguridad en todo el ámbito provincial.
Se dejó en claro que con una década a cuestas, la Pastoral Diocesana de Adicciones de Oberá no sólo representa un ejemplo de continuidad en el abordaje de una problemática compleja, sino también una prueba tangible de que el compromiso, la fe y la comunidad pueden hacerle frente al flagelo del consumo. Y salvar vidas.
Más allá de la atención a personas con consumo problemático, la Pastoral también extiende su acompañamiento a personas privadas de la libertad vinculadas a las adicciones, y a personas en situación de calle, quienes reciben en el lugar contención integral y alimentación diaria, con desayuno y almuerzo incluidos.
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