Así como a Franco Colapinto se lo compara tempranamente con glorias como Juan Manuel Fangio o Carlos Reutemann, tampoco debe ser fácil para el brasileño Gabriel Bortoleto, que por primera vez sumó puntos en la Fórmula 1 gracias a su octavo puesto y que fue elegido «Piloto del día».
Bortoleto viene de la tierra de Ayrton Senna, de Nelson Piquet y de Emerson Fittipaldi. Un país que acumula 8 títulos de pilotos y 101 triunfos en la máxima categoría. El último en hacerlo fue Felipe Massa, en el amargo Gran Premio de Brasil de 2008, que no pudo celebrar por perder el campeonato a manos de Lewis Hamilton.
Bortoleto representa la nueva esperanza para acabar con esa sequía a la que los brasileños no estaban acostumbrados en la Fórmula 1. En 2017, con el retiro de Massa, se cortaron 48 años de temporadas con al menos un piloto del vecino país en la Fórmula 1.
El Gran Premio de Austria le sirvió a la gran masa de público que mira automovilismo ocasionalmente enterarse de cómo maneja este joven paulista. Quienes seguían la carrera de Colapinto en F2, seguro ya lo tenían y vieron sus cualidades, que coronó con el campeonato de esa categoría el año pasado.
Su manejo refinado y sólido, con la capacidad para poder arriesgar cada vez que lo necesita, le dan a este chico un potencial enorme, que en el Red Bull Ring empezó a mostrar de lo que puede ser capaz.
Bortoleto, el pupilo de Alonso que nació en la tierra de Ayrton Senna
Gabriel Bortoleto Oliveira nació el 14 de octubre de 2004 en San Pablo, Brasil. Es uno de los tantos debutantes de este año en la Fórmula 1 que nacieron después del debut de Fernando Alonso en la máxima categoría.
El automovilismo estuvo en su hogar desde siempre, ya que su padre es un importante hombre de negocios relacionado con distintas categorías de Brasil, como el Stock Car, por ejemplo.
Bortoleto comenzó como casi todos los chicos que se inician en esta disciplina corriendo en karting, a los 11 años. Pasó por diferentes categorías, hasta que en 2020 decidió ir a Europa para saltar a los autos de fórmula y se sumó a la dura Fórmula 4 italiana. Allí ya s subió a lo más alto del podio en su primer año.
En la búsqueda para seguir creciendo dentro del automovilismo, el destino hizo que se cruzara con Fernando Alonso, que de alguna manera hoy es su representante a través de la agencia A14 Management, propiedad del español.
Y Bortoleto logró lo que pocos: fue campeón en su primer año en la Fórmula 3 y campeón en su primer año en la Fórmula 2. El único camino posible para seguir creciendo era la Fórmula 1. Así fue que sobre el final del año pasado Kick Sauber, que el año que viene será Audi, anunció al joven brasileño como uno de sus titulares.
«Tiene un talento increíble y es una persona muy humilde«, opinó Fernando Alonso sobre él. «Es un gran trabajador, más allá de su talento, y creo que por eso ha progresado tanto en la F3 y en la F2. Creo que también es una persona que sabe trabajar. Creo que también es alguien que se toma las cosas muy en serio, lo que a esa edad nunca es una garantía».
Sobre el cierre del Gran Premio de Austria, Bortoleto no se conformaba con su octavo puesto y lo fue a buscar a Alonso, que estaba en séptimo. Esta vez no le alcanzó y el maestro prevaleció. Pero seguramente la próxima vez veamos a este joven talento desafiarlo a él y a otros grandes.