Un alta temprana, una llamada sin respuesta y 90 minutos de demora de la ambulancia: tres oportunidades para salvarle la vida

Un nene de tres años murió a causa de una sepsis desatada por «una infección invasiva por estreptococo A» en el mismo hospital de Inglaterra donde 48 horas antes había sido dado de alta por tener «síntomas similares a los de un resfriado».

Theo Gordon Tuikubulau ingresó por primera vez el 6 de julio de 2022 al Departamento de Emergencia del Hospital Derriford, una institución universitaria de Plymounth, en la ciudad del condado de Devon, al suroeste de Inglaterra.

Según recordó la madre Kayleigh Kenneford ante Tribunal Forense de Devon que investiga el caso, el menor no se sentía bien desde el día anterior, ya que no comía ni bebía, no iba al baño, sus labios se habían tornado azules y presentaba una erupción en el estomago.

Theo Tuikubulau murió a los tres años a causa de una sepsis desatada por «una infección invasiva por estreptococo A». Foto: Mirror.

«En un momento dado, le tomé la temperatura y era de 40,2 °C. Su respiración se había deteriorado. Podía ver su vientre entrando y saliendo con bastante rapidez y parecía estar jadeando. En ese momento, empecé a preocuparme más y decidí llamar a una ambulancia», ralató la madre, de acuerdo con el medio inglés Mirror.

Una vez en el hospital, Theo fue atendido por enfermeras y médicos, quienes tras analizarlo concluyeron que el menor padecía una infección de oído y por tanto podía volver a casa. «Le pregunté (al médico) por los antibióticos y me dijo que los antibióticos no lo curarían, que se curaría solo. No era lo mismo que me había dicho el médico de urgencias», sostuvo Kenneford.

La madre también señaló que los médico no le realizaron a Theo un análisis nasal de hisopado «porque la infección que tenía estaba demasiado cerca de Covid-19», por lo que fue enviado a casa pese a que «la sala no parecía estar ocupada y Theo solo quería dormir».

Los médicos le habían dado de alta por tener «síntomas similares a los de un resfriado». Foto: Mirror.

«Theo durmió en mi cama esa noche y estaba inquieto. No dormí ni pegue un ojo porque estaba preocupada por él. Dormimos sin la colcha ya que todavía sentía calor», prosiguió la madre, quien aseguró que el médico le indicó que «Theo podría empeorar antes de mejorar», por lo que consideró que los sintomas que padecía su hijo eran «su cuerpo que luchaba contra la infección».

«Estaba viendo a mi hijo deteriorarse y pensaba que así era como se suponía que debían suceder las cosas, que empeoraría antes de mejorar, pero en realidad, se estaba muriendo. No volví a tomarle la temperatura, pero me di cuenta de que todavía estaba caliente», sostuvo.

Primero, Kenneford llamó línea de acceso abierto de 72 horas que le brindó el hospital en el documento de alta de Theo, pero se sintió «engañada» al no obtener una respuesta. Segundo, contactó a una ambulancia a través del 111, el servicio de emergencia local. Sin embargo, le comunicaron que las ambulancias se encontraban ocupadas.

La tragedia de Theo: sepsis mortal tras alta médica temprana

Theo ingresó al Servicio de Urgencias del Hospital Derriford la noche del 8 de julio, con fiembre y dificultades respiratorias. «Mucha gente vino corriendo para la emergencia y yo salí corriendo gritando. Es muy duro saber que están trabajando en tu hijo y que están tratando de salvarlo. Intenté volver a la habitación, pero no me dejaron. Volví a salir y estaba enfermo», contó Kenneford.

Luego llegó Joe Tuikubulau -militar de Marina Real británica y padre del menor-, quien preguntó dónde estaba Theo, «entró corriendo y salió gritando: ‘No, no'». «Estaban trabajando en Theo en ese momento. El mismo médico que dio de alta a Theo en las admisiones anteriores entró en la habitación para hablar con nosotros», agregó la madre.

De acuerdo con la investigación, hubo «tres oportunidades perdidas» de «de brindarle atención y tratamiento más tempranos». Foto: PlymouthLive/BPM.

Según relató, dicho médico le aseguró que trataría de salvar a Theo, pero «un rato después» salió de la sala de urgencias y «dijo que no podían hacer más por Theo», asi que solo preguntó a los padres si deseaban «ir a tomarlo de la mano». «Volvimos a la habitación donde estaba Theo y le cogimos de la mano mientras apagaban todo», indicó.

Theo, quien nació en Plymouth y vivía con su familia en Torpoint, Cornualles, murió el 8 de julio, lo que dio comienzo a una investigación para esclarecer las circunsacias y cuya primera conclusión es que hubo «tres oportunidades perdidas» -ser dado de alta y las dos llamadas sin respuesta de la madre- «de brindarle atención y tratamiento más tempranos».

Errores en atención de urgencias: el caso de Theo genera debate

De acuerdo con la investigación, los encargados de las llamadas del South West Ambulance Service Trust clasificaron el caso de Theo como «categoría uno», lo que significaba que su vida estaba en peligro. Pero cuando Kenneford llamó al 111, el caso de su hijo fue calificado como «categoría dos» por el operador de servicios Herts Urgent Care, lo que demoró la llegada de la ambulación unos 90 minutos.

Los dos servicios utilizaban criterios diferentes para clasificar las emergencias. Jon Knight, jefe de operaciones de emergencia en el South West Ambulance Service Trust, aseguró que si la llamada hubiera sido manejada por su equipo, se habría considerado de categoría uno. Cuando se le preguntó sobre un tiempo de respuesta probable, respondió: «Ciertamente habría sido más rápido que 90 minutos, creo».

Un alta temprana, una llamada sin respuesta y 90 minutos de demora de la ambulancia: las tres oportunidades desaprovechadas. Foto: DevonLive/BPM.

Mientras que el doctor Andy Robinson -que atendió a Theo- declaró que el nene no tenía sepsis cuando lo envió a casa el 7 de julio, el consultor pediátrico y profesor Damian Roland consideró el alta no fue «irrazonable». Sin embargo, sostuvo que si la ambulacia no se hubiera demorado «es posible que no hubiera sufrido el paro cardíaco».

«Creo que un tratamiento anterior habría retrasado especialmente el colapso«, sostuvo Roland en el marco de la investigación que continuará para en el Tribunal Forense de Devon.