La dedicación a una rutina equilibrada representa un componente esencial de una estrategia de medicina funcional, donde la conexión entre mente y cuerpo es central en la prevención de enfermedades. El doctor Jeffrey Bland, oriundo de Seattle (Washington), ha dedicado su carrera a revolucionar el enfoque médico tradicional y logró encontrar las claves específicas para mantener una buena salud y vitalidad en la octava década de su vida.
Los secretos para una vida saludable en adultos mayores
En una reciente entrevista con CNBC, este experto en bioquímica y nutrición destacó que el primer paso para una vida saludable es el enfoque mental al despertar. Según él, comenzar el día con gratitud establece una base positiva para el resto de las actividades, tanto físicas como mentales.
“Para mí, lo primero es despertar cada mañana y simplemente decir lo agradecido que estoy de estar ahí, de tener otro día, de hacer lo mejor que puedo y de mantenerme saludable gracias a mis actividades”, compartió el hombre de 79 años. “Eso sienta las bases para todo lo que sigue”, aseguró.
Bland, conocido como el fundador de la medicina funcional, compartió con el medio estadounidense las estrategias que utiliza para promover hábitos coherentes y sostenibles. Según explica, esta actitud no solo sirve como motivación, sino que también regula el estado emocional.
Movimiento diario: una hora de actividad física para estar saludable
El ejercicio es otra piedra angular de su rutina. “Intento hacer al menos una hora de algún tipo de actividad física. Puede ser correr, caminar o hacer algo de aeróbic”, reveló. Además, dijo que en su hogar cuenta con equipamiento necesario para sesiones de este tipo, que realiza junto con su esposa.
Mantenerse en movimiento también le ofrece a Bland mejoras en la salud cardiovascular, fuerza y movilidad, así como beneficios en el bienestar mental. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) confirman que una sola sesión de actividad física moderada o vigorosa proporciona beneficios inmediatos. Estos incluyen:
- Mejora en la calidad del sueño.
- Reducción de la ansiedad.
- Disminución de la presión arterial.
- Beneficios a la salud cerebral.
- Prevención de ocho tipos diferentes de cáncer como efectos que se alcanzan a largo plazo.
Las recomendaciones de agencias gubernamentales y estudios científicos coinciden: la actividad física regular reduce el riesgo de enfermedades crónicas, como cardiovasculares, diabetes e hipertensión, mejora la calidad de vida y disminuye los costos sanitarios.
Monitoreo y reflexión: registro consciente
Para Bland, llevar un diario de salud es fundamental. En él registra lo que come, cuánto y cómo se ejercita, además de sus objetivos diarios. Esto le permite identificar patrones que ayudan a ajustar su estilo de vida de manera personalizada.
El seguimiento diario facilita ver qué alimentos y hábitos contribuyen al bienestar y cuáles lo afectan. Esta autoevaluación es una herramienta común en medicina funcional, centrada en el individuo y su biología.
La práctica promueve una planificación más consciente y adaptada a las necesidades reales del cuerpo, con ajustes específicos según resultados personales.
Alimentación basada en fitonutrientes coloridos, la clave para estar saludable
En términos de alimentación, el especialista enfatiza la variedad y el color. Incluye frecuentemente frutas y verduras frescas en cada comida debido a los fitonutrientes que cada grupo cromático aporta. Por ejemplo, rojos para proteger el corazón, verdes para prevenir el cáncer y azules para favorecer la función cerebral.
Sugiere consumir la piel de alimentos como manzanas y berenjenas, donde estos compuestos están más concentrados. Esta estrategia sigue las recomendaciones de entidades como Harvard Health, que asocian una dieta rica en vegetales con menor incidencia de enfermedades crónicas.
La alimentación equilibrada y variada es un pilar del enfoque funcional, que busca apoyar al cuerpo con los nutrientes esenciales para sus procesos biológicos. Harvard Health recomienda consumir 2,5 tazas de frutas y verduras diariamente.
Descanso y desconexión intencional
Para Bland, la desconexión es tan importante como el resto de los hábitos. “Para mí, la lectura es recreativa. Mi trabajo me obliga a leer mucho sobre temas técnicos, pero no me voy a dormir pensando en ese último correo electrónico, en ese último artículo o en esa última cosa que estaba escribiendo”, agrega.
Cada noche dedica al menos una hora a realizar actividades relajantes y evita pantallas o asuntos laborales antes de dormir. Esta rutina sirve para reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y reforzar la recuperación física y mental.
El descanso consciente permite un mejor manejo de la ansiedad y favorece una regeneración más profunda durante la noche, aspectos clave para la longevidad.
Sentido de vida y compromiso con los demás
Un elemento que define la salud funcional según Bland es tener un propósito más allá de uno mismo. Él encuentra sentido en su trabajo como educador y en contribuir a la comunidad médica. Destaca que este sentido de trascendencia mejora la salud emocional y favorece relaciones enriquecedoras.
“Es importante tener algo que te saque del foco en ti mismo y te lleve al hecho de que eres parte de este sistema mucho más amplio que estará aquí después de ti”, destaca. “Todo lo que aportes siempre estará ahí”, asegura.
La integración de una vida con propósito refuerza la eficacia de los otros hábitos saludables, al alinear mente, cuerpo y emociones.
Jeffrey Bland resume su fórmula para una vida saludable con cinco pilares:
- Mentalidad positiva al despertar
- Una hora diaria de ejercicio
- Registro consciente de hábitos
- Alimentación variada y rica en fitonutrientes
- Descanso intencional y un propósito significativo