Misiones
Funcionan en hospitales, centros de atención primaria y hogares de día
Más de diez consultorios promueven el cuidado integral de adolescentes
Con el propósito de garantizar una atención de calidad y equitativa para los jóvenes, el Ministerio de Salud Pública de Misiones lleva adelante un programa específico de abordaje integral destinado a adolescentes. La propuesta se desarrolla en múltiples localidades de la provincia y busca responder a las diversas problemáticas que atraviesa esta franja etaria, desde un enfoque que contempla tanto la salud física como la salud emocional.
La presencia territorial en estos puntos clave permite captar a los adolescentes que ya asisten por otras razones y promover en ellos el hábito de realizar controles de salud periódicos. De este modo, se favorece un acceso oportuno a la atención médica y se fortalece el vínculo con los equipos sanitarios.
De igual forma, los espacios son atendidos por equipos interdisciplinarios que incluyen médicos clínicos, psicólogos y obstetras. La combinación de estas especialidades permite acompañar al adolescente desde una mirada integral, contemplando no sólo aspectos clínicos, sino también psicosociales y preventivos.
Según explicó Nadia Lunge, coordinadora del Programa Provincial de Salud Integral del Adolescente, “las principales temáticas que aborda el programa son salud sexual, enfermedades de transmisión sexual, cuidado del cuerpo, manejo de emociones, vínculos, proyecto de vida, autolesiones, consumo problemático, salud nutricional, hábitos saludables y el uso del vaper”.
Así mismo, sostuvo que los consultorios específicos para adolescentes funcionan en varias ciudades. En Apóstoles hay dos: uno en el hospital y otro en el Caps 9 de Noviembre. En Concepción de la Sierra funciona un consultorio en el hospital, en Alem uno en los policonsultorios de zona sanitaria, en Dos de Mayo uno en el hospital, en Iguazú uno en el hospital turístico y otro en el hogar de día, y en Posadas, uno en los consultorios externos.
“En Oberá hay tres consultorios: uno en el Caps Yerbal Viejo, otro en el Caps San Miguel y otro en el Caps de 100 Hectáreas. También funciona uno en el hospital de Andresito, otro en el hospital de El Soberbio, y uno más en los policonsultorios externos de Jardín América”, detalló Lunge.
Por otra parte, remarcó que las consultas relacionadas con salud mental representan la principal vía de acceso de los jóvenes al sistema de salud, lo que permite a los equipos intervenir con otras especialidades. De ese modo, se incentiva la realización de controles médicos generales y se favorece la continuidad del cuidado.
“Esa es la principal puerta de entrada de los adolescentes al equipo de salud y a partir de ahí se aprovecha para que las demás disciplinas lo atiendan, haciendo hincapié en la adherencia a un chequeo completo”, agregó la coordinadora.
A su vez, el programa trabaja sobre seis líneas de acción clave: el fortalecimiento de los equipos territoriales, la capacitación permanente del personal, la promoción de la adherencia de los jóvenes a los controles médicos, la mejora de los registros sanitarios, la vinculación comunitaria y el fomento de la participación adolescente.
En ese sentido, la referente valoró que “en los primeros seis meses del 2025 se lograron concretar espacios exclusivos y diferenciados para los adolescentes, con un gran compromiso por parte de los equipos de salud para sostener el programa”.
Por otro lado, también articulan con otras instituciones que solicitan talleres o intervenciones puntuales. Esto permite llegar a diferentes entornos sociales donde circulan adolescentes, como escuelas, clubes y hogares de tránsito.
“Recibimos una demanda considerable de escuelas e instituciones deportivas de distintos puntos de la provincia. Nos solicitan talleres o intervenciones, que organizamos junto al equipo territorial más cercano. También estamos realizando actividades con hogares de niños y adolescentes”, contó Lunge.
Asimismo, una de las estrategias para lograr mayor adhesión es adecuar los horarios de atención. En general, los espacios funcionan cerca del mediodía o durante la siesta, cuando la sala de espera está más despejada y resulta más cómodo para los jóvenes.
“Se trata de dar respuesta a las demandas espontáneas para que el adolescente no se vaya del lugar sin ser atendido. Elegimos esos horarios porque las salas están más vacías y eso favorece la permanencia”, afirmó la coordinadora del programa.
Por último, señaló que una de las dificultades actuales es la baja concurrencia de varones adolescentes. La mayoría de quienes acceden a estos servicios son mujeres, por lo cual se está trabajando en estrategias específicas para convocar también a los varones.
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