Tras su polémica fiesta de 18, Barcelona anunció que Lamine Yamal heredó la 10 de Messi con renovación millonaria y blindaje de 1000 millones

Lamine Yamal es el hombre de la semana. Luego de robarse todas las portadas de los medios europeos por el polémico festejo de su cumpleaños número 18 con personas de talla baja y delivery de chicas, el Barcelona anunció que el delantero lucirá el histórico dorsal ’10’ que ya usaron Messi, Maradona, Romario y Ronaldinho. Claro que todo llega con la nueva firma del contrato por el que percibirá una base de 15 millones de euros por temporada con una cláusula de rescisión de 1000 millones. El Barça abrochó a su estrella hasta 2031.

«Nuestro 10», escribió el Barça en las redes sociales, acompañado de un video protagonizado por Yamal, para contar que el futbolista de Mataró (Barcelona), que el 13 de julio cumplió 18 años, heredará el número que hasta ahora llevaba Ansu Fati, quien disputará la próxima campaña en el Mónaco en calidad de cedido.

El extremo de 18 años, a menudo comparado con el astro argentino que también pasó por La Masía, la academia del club, ayudó a los gigantes catalanes a ganar un triplete nacional la temporada pasada: Liga española, Copa del Rey y Supercopa de España.

Yamal marcó 25 goles en sus más de 100 apariciones con un equipo en el que debutó en 2023, cuando tenía 15 años, con el dorsal 41 en su camiseta

Después de una campaña usando el número 27, hace un año Yamal siguió los pasos de Messi al tomar el número 19, que el argentino llevó en el club entre 2005 y 2008.

Con la traumática salida de Messi en el verano de 2021, Ansu Fati heredó la pesada 10 de Messi: batió en su día todos los registros de precocidad del club, pero las continuas lesiones fueron un lastre en su carrera.

Lamine Yamal, tras los pasos de Messi

Se sabe que Lionel Messi dejó en el Barcelona una huella imborrable, tanto con sus actuaciones como con su legado de títulos: diez Ligas, cuatro Ligas de Campeones, seis Balones de Oro y seis Botas de Oro, entre otros éxitos.

El rosarino había tomado el testimonio de la mano de Ronaldinho, que devolvió la sonrisa al Camp Nou y el brillo al dorsal ’10’ azulgrana, guiando al Barça a una nueva era dorada, que coronó con la ‘Champions’ de 2006 y el Balón de Oro unos meses antes.

Ronaldinho y Lionel Messi en Barcelona.

Juan Román Riquelme le había pasado la posta de la 10 al brasileño. El argentino llegó a Barcelona con altas expectativas luego de conseguir todo en Boca, pero arrancó con el pie izquierdo por su mala relación con el técnico Louis van Gaal.

Antes, el dorsal ’10’ había sido propiedad de Rivaldo, otro que ganó el Balón de Oro como azulgrana. Más lejos, la mítica zamarra había sido propiedad de Jari Litmanen, Giovanni Silva y Ángel Cuéllar.

De Romario y Maradona a Gheorghe Hagi, los genios con el ’10’ a la espalda

Los dorsales no fueron fijos en España hasta la campaña 1995-96, por lo que en los años del ‘Dream Team’ fueron varios los jugadores que se enfundaron la reputada camiseta: Gheorghe Hagi, Guillermo Amor, Eusebio Sacristán, Richard Witschge y hasta Pep Guardiola, que lo defendió de forma anecdótica en la final de Wembley de 1992.

Sin embargo, el ’10’ más recordado de los años noventa seguramente sea Romario, un campeón del mundo como Diego Armando Maradona, quien lució la misma camiseta en la década anterior durante su accidentado paso por el Camp Nou.

Diego, otro de los 10 históricos del Barcelona.

Entre ambos hubo otros dieces menos recordados por el gran público como Roberto Fernández, Gary Lineker, Mark Hughes y el ‘Boquerón’ Esteban, mientras que en los setenta el dorsal perteneció al gran capitán de la década, Juan Manuel Asensi, y también al peruano Hugo ‘Cholo’ Sotil.

La lista se pierde hasta los años cuarenta, cuando empezaron a usarse los dorsales en España. Laszlo Kubala, Luis Suárez y Josep María Fusté fueron algunos de los que futbolistas más emblemáticos en lucir el ’10’ durante los cincuenta y sesenta.

Una larga dinastía de futbolistas a la que ahora se unirá Lamine Yamal, un jugador que hasta ahora se ha mostrado inmune al peso de la historia y que a partir del curso que viene empezará a escribir su propio capítulo con el ’10’ a la espalda.