LA PLATA.- El cierre de las listas bonaerenses, el primero tras la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en la provincia de Buenos Aires, propició una batalla sin códigos de convivencia para ordenar la selección de los candidatos al interior de las alianzas, de cara a las elecciones del 7 de septiembre.
“Está todo podrido mal. Hubo peleas tan violentas que hubiese sido mejor ya medirse a las trompadas. Fue un error eliminar las PASO: La Cámpora y el peronismo ya sólo apuestan a la destrucción de uno u otro”. La frase, pronunciada sobre el cierre de listas de Fuerza Patria, no fue un eufemismo, sino la descripción de uno de los protagonistas en La Matanza.
“Tan mal que ya no tiene retorno”, se sinceró por su parte uno de los dirigentes de la mesa de cierre que integran Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, que volvieron a reunirse en La Plata, tras dos días sin verse las caras entre todos. La tensión llegó a tal punto que Máximo estuvo pocos minutos en la Gobernación y luego se retiró.
“Esto no es una alianza. Es una unión transitoria en una boleta para ganar una elección”, resumió ante LA NACION uno de los interlocutores de confianza de la expresidenta Cristina Kirchner. Los odios son tan profundos que Máximo Kirchner –calificado como “endiablado” en La Plata- no asistió personalmente al cierre y envió Facundo Tignanelli y Mayra Mendoza en su lugar a la Gobernación.
La Matanza fue uno de los puntos de mayor fricción en la interna peronista. La candidatura de Verónica Magario en la Tercera Sección pretendió ser cuestionada por la negativa de Máximo Kirchner a las candidaturas testimoniales, que se multiplican entre los intendentes del axelista Movimiento Derecho al Futuro (MdF).
La orden de Cristina
Máximo Kirchner intentó ubicar en ese espacio a Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, y sólo se contuvo por la orden de Cristina de sostener la unidad. La expresidenta habló con Kicillof en las últimas horas y ordenó el cierre. Aunque desde La Cámpora ya se aprestan a colgarle al gobernador toda la responsabilidad por una eventual derrota electoral.
En los municipios la tensión se replicó: por caso en Moreno, donde Mariel Fernández, allegada a los Kirchner, no le dio espacio en los primeros espacios de las listas al ministro de Trabajo de Kicillof, Walter Correa, uno de los heridos en las filas del MdF.
Pero no sólo en Fuerza Patria hubo heridos en el cierre de listas de cara a los comicios del 7 de septiembre.
Las alianzas de LLA y Pro y la de Somos Buenos Aires también tuvieron pujas y reyertas con portazos y excluidos. Uno de ellos fue el senador nacional radical Maximiliano Abad que se autoexcluyó de la alianza Somos Buenos Aires para sondear la posibilidad de sumarse a la Alianza La Libertad Avanza y Pro.
En el sentido contrario Pablo Petrecca, intendente de Junín, se abrió de Pro tras el acuerdo con los libertarios y se sumó a Somos Buenos Aires, al igual que otra macrista, María José Gentile, intendente de 9 de Julio.