
En apenas un año de funcionamiento, la Dirección de Cibercrimen de Misiones intervino en unos 8.000 casos vinculados a delitos informáticos. Las estadísticas reflejan una problemática en crecimiento, con estafas virtuales que se consolidaron como el tipo de fraude más frecuente.
“El 60 por ciento de las intervenciones corresponden a estafas virtuales”, precisó Nicolás Daniel Pasiecznik, jefe del área, al detallar la actividad de la dependencia. Los reportes más habituales surgen a partir de denuncias por transacciones engañosas realizadas por medios digitales. Una vez que las víctimas hacen su presentación formal, el equipo analiza la evidencia digital para iniciar la investigación.

Durante los recesos de verano e invierno, los fraudes relacionados con alquileres turísticos suelen multiplicarse. “Hay un auge de estafas virtuales relacionados con alquileres, relacionados con compra de paquetes”, explicó el comisario. Los delincuentes suelen clonar sitios de turismo o replicar publicaciones reales, ofrecen precios más bajos para captar pagos rápidos. La mayoría de estos acuerdos se cierran por canales informales como WhatsApp.
“Bajan el precio y la persona ya seña o inclusive ya quiere pagar todo el paquete completo”, detalló Pasiecznik. En muchos casos, el contacto desaparece tras recibir el dinero. Algunas denuncias reportan pérdidas que superan los 80.000 dólares, lo que evidencia la magnitud que pueden alcanzar estos engaños.
Además de los fraudes turísticos, la Dirección identificó un número creciente de estafas románticas. Esta modalidad involucra a ciberdelincuentes que simulan relaciones sentimentales para obtener transferencias u otros beneficios. La diversidad de casos y la cantidad de intervenciones reflejan un trabajo sostenido frente a una problemática cada vez más extendida.
Recomiendan evitar operaciones remotas y utilizar canales seguros
Consultado sobre el uso de plataformas de compraventa como Marketplace, Pasiecznik señaló que no es recomendable enviar dinero sin contacto previo. “No aconsejamos hacer ciertas operaciones, únicamente si nos vamos a encontrar físicamente y vamos a hacer el intercambio”, expresó. Para el comisario, los riesgos aumentan cuando se depende exclusivamente del envío de productos. “Ponemos nuestra tarjeta ahí adentro, ponemos nuestra transferencia y después apelamos a que nuestros elementos lleguen a destino”, dijo. En algunos casos, “resultamos estafados por el camino”, agregó.

El funcionario mencionó que las estafas evolucionan con el comportamiento de los usuarios. “Las estafas virtuales lo que tienen es que se mimetizan conforme al tiempo y a la necesidad de la gente”, aseguró. Los delitos también se adaptan al contexto social, como ocurrió recientemente con personas que se hacían pasar por censistas. “Entregaban unos papeles donde decían una información que te venimos a censar, comunícate con este número”, relató. Ya que esos contactos llevaban al robo de datos sensibles y posterior estafa.
Las estafas románticas tienen un impacto económico elevado
Entre los casos abordados, el jefe del Departamento de Patrullaje Virtual mencionó un tipo de fraude particular: las estafas amorosas. “Hay estafas románticas que están en auge de personas que se encuentran chateando con otras personas que son de otro país”, describió. Según relató, este tipo de engaño consiste en construir vínculos afectivos durante meses para luego solicitar dinero. Por ejemplo, mediante la estafa que “estoy en la aduana, está retenida mis cosas, hacemos una transferencia en dólares”.
Uno de los casos atendidos involucró un supuesto soldado nigeriano. “La señora pasó una X cantidad de dinero de transferencias en dólares”, relató Pasiecznik. Durante el vínculo, que duró aproximadamente un año y medio, la víctima transfirió sucesivos montos con la esperanza de concretar una boda. “Los hijos observaron de que se iba bajando un poquito la herencia”, explicó. El dinero entregado alcanzó los 80.000 dólares. “Uno no es ajeno, la sociedad no es ajena a este tipo de problemática”, sostuvo el comisario.