En un contexto donde cada vez más personas buscan alternativas naturales para cuidar la salud, el tomillo se destaca por su respaldo histórico y científico.
Usado desde la antigüedad por griegos y romanos para tratamientos medicinales, hoy se emplea para aliviar síntomas tan comunes como la tos, la congestión o la irritación de garganta.
Según datos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), más del 30 % de las consultas médicas en invierno están relacionadas con afecciones respiratorias como la bronquitis, la gripe o el resfriado común. Frente a este panorama, el tomillo se posiciona como un recurso natural muy efectivo.
Sus propiedades antisépticas, expectorantes y antiinflamatorias son clave. Compuestos como el timol y el carvacrol ayudan a eliminar microorganismos y favorecen la expulsión de mucosidad, indica el sitio especializado Tua Saúde.
Además de su eficacia reconocida en la medicina tradicional, el tomillo ha captado el interés de la ciencia moderna. Investigaciones publicadas en revistas especializadas en fitoterapia señalan que su infusión puede aliviar molestias respiratorias leves y fortalecer las defensas. Su versatilidad y fácil preparación lo convierten en una opción accesible y segura, siempre como complemento y no sustituto de tratamientos médicos.
El tomillo actúa como un expectorante natural. Foto: Shutterstock.
Las propiedades del tomillo
El tomillo es muy valorado en la medicina natural por su capacidad para colaborar con el sistema respiratorio. Sus efectos son reconocidos por los expertos, que recomiendan consumirlo como infusión para aliviar síntomas como la tos y facilitar la expulsión de mucosidad y desinflamar las vías respiratorias. También se pueden usar sus aceites esenciales como ambientador natural.
Estas son algunos de sus principales beneficios para el organismo:
- Favorece la digestión. Contribuye a reducir la sensación de pesadez estomacal, los gases y las molestias digestivas, gracias a su capacidad para estimular la actividad intestinal.
- Refuerza las defensas. Su contenido de antioxidantes y vitamina C ayuda al cuerpo a enfrentar agentes externos, especialmente en épocas frías o de mayor exposición a virus.
- Alivia síntomas respiratorios. Actúa como expectorante natural, por lo que es útil frente a la tos, la congestión nasal y el dolor de garganta, ayudando a limpiar las vías respiratorias.
- Promueve la relajación. Tomar esta infusión por la noche puede ser beneficioso para quienes buscan disminuir el estrés y lograr un descanso más profundo.
- Posee efectos antibacterianos. Sus compuestos naturales colaboran en la prevención de infecciones leves y también se la valora por su impacto en la salud bucal.
Infusión de tomillo. Se puede beber sola o agregarle miel y jugo de limón. Foto: Freepik.
Infusión de tomillo para aprovechar todos sus beneficios
Preparar una infusión de tomillo es fácil y no demanda ingredientes complejos. Con un poco de agua caliente y hojas de tomillo -ya sea frescas o secas- se obtiene una bebida que favorece distintas funciones del organismo.
Cómo se hace:
- Llevar al fuego 200 ml de agua hasta que llegue al punto de ebullición completa (unos 95°C).
- Agregar una cucharadita de tomillo seco o un par de ramitas de tomillo fresco.
- Apagar el fuego y dejar reposar entre 5 y 10 minutos para que la planta libere sus compuestos activos.
- Colar la infusión y servir en una taza.
- Para potenciar su sabor o reforzar sus efectos frente a molestias respiratorias, se le puede añadir una cucharadita de miel o unas gotas de jugo de limón