Estados Unidos designó como organización terrorista al Cártel de los Soles, un grupo al que vincula directamente con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y acusa de colaborar con otras organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa. Según informó el Departamento del Tesoro este viernes, la inclusión del grupo en la lista de Terroristas Globales Especialmente Designados implica la inmovilización de todos sus activos bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de realizar transacciones con ciudadanos de ese país.
La medida fue anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y en el comunicado oficial se sostiene que ese cártel estaría implicado en actividades como narcotráfico, trata de personas, lavado de dinero y explotación sexual, entre otros delitos.
“La acción de hoy expone aún más la facilitación del narcoterrorismo por parte del régimen ilegítimo de Maduro a través de grupos terroristas como el Cártel de los Soles. El Departamento del Tesoro seguirá cumpliendo la promesa del presidente Trump de priorizar a Estados Unidos, tomando medidas enérgicas contra organizaciones violentas”, expresó el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
El Cártel de los Soles es señalado por las autoridades estadounidenses como un actor clave en la expansión de organizaciones criminales en América Latina, con impacto directo en la seguridad interior de Estados Unidos. La acusación incluye vínculos con el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa.
Por su parte, desde la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, señalaron que este “grupo terrorista” está “administrado por el dictador Nicolás Maduro” y “apoya a terroristas que invaden nuestro país para traficar narcóticos, enriquecerse e infligir violencia contra las comunidades estadounidenses”.
Como consecuencia de la medida, cualquier bien que pertenezca a personas o entidades asociadas al Cártel de los Soles y que se encuentre bajo la órbita estadounidense queda automáticamente bloqueado. Asimismo, las instituciones financieras de ese país están obligadas a reportar cualquier operación vinculada con los individuos sancionados. En términos prácticos, esto supone, para los señalados, el aislamiento económico en el sistema financiero internacional controlado por Estados Unidos.
La medida también tiene implicancias diplomáticas. Aunque el gobierno de Venezuela no emitió hasta el momento una respuesta oficial, en ocasiones anteriores Maduro negó este tipo de acusaciones, atribuyéndolas a campañas de desprestigio por parte de Washington. El presidente venezolano ya había sido acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en 2020, de liderar una organización narcotraficante.
Con información de DPA.