KIEV.- Tras el ultimátum lanzado por Donald Trump, en el que estableció un plazo para que Moscú firme un pacto de alto el fuego en Ucrania bajo amenaza de sanciones, Rusia intensificó sus ataques en territorio ucraniano. Como consecuencia, al menos 27 personas murieron en distintos bombardeos, entre ellas una mujer embarazada de 23 años y más de una decena de prisioneros.
En uno de los ataques más devastadores, cuatro potentes bombas planeadoras rusas impactaron una prisión en la región suroriental de Zaporiyia, según informaron las autoridades. El Ministerio de Justicia reportó que al menos 16 reclusos murieron y más de 90 personas resultaron heridas tras el bombardeo.
Las imágenes publicadas por la cartera muestran escombros y ladrillos esparcidos alrededor del edificio en la colonia penitenciaria de Bilenkivska, cuyas ventanas quedaron destruidas. Sin embargo, el ministerio precisó que no existe riesgo de fuga, ya que el perímetro del centro permaneció intacto.
Este ataque coincide con el tercer aniversario del bombardeo contra la prisión de Olenivka, en la región de Donetsk, bajo ocupación rusa, que causó la muerte de numerosos prisioneros ucranianos y por el cual Kiev y Moscú se culparon mutuamente.
Por otro lado, en la región central de Dnipro, las autoridades informaron que misiles rusos destruyeron parcialmente un edificio de tres pisos y dañaron instalaciones médicas cercanas, incluyendo un hospital de maternidad y una sala hospitalaria de la ciudad. Al menos tres personas fallecieron, entre ellas una mujer embarazada de 23 años, mientras que otras dos víctimas murieron en distintos puntos de la región, según confirmaron las autoridades locales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, informó que durante la noche los ataques rusos afectaron a 73 ciudades, pueblos y aldeas en todo el país. En sus redes sociales, denunció el bombardeo del centro penitenciario en la región de Zaporiyia, en el sur, calificando los ataques como “conscientes y deliberados, no accidentales”. El mandatario aseguró que “los rusos no podían ignorar que estaban atacando civiles en este establecimiento”.
En respuesta, a través de su vocero Dmitri Peskov, el Kremlin desmintió las acusaciones y afirmó que no se atacan “objetivos civiles”, asegurando que el ejército ruso realiza únicamente ataques “contra infraestructuras militares o vinculadas al ejército”.
Yesterday, very important words were spoken by President Trump about how the Russian leadership is wasting the world’s time by talking about peace while simultaneously killing people. We all want genuine peace – dignified and lasting: Ukraine, all of Europe, the United States,… pic.twitter.com/w1HjWbXFmw
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) July 29, 2025
El lunes, Trump fijó un nuevo plazo de 10 a 12 días para que Rusia avance hacia el fin de la guerra en Ucrania, advirtiendo que, de no hacerlo, enfrentaría severas consecuencias. El mandatario estadounidense expresó su frustración con el presidente Vladimir Putin por el prolongado conflicto de más de tres años y medio.
Trump reprochó en varias ocasiones a Putin por hablar de terminar la guerra mientras continuaba bombardeando a civiles ucranianos. Sin embargo, las tácticas del Kremlin no han cambiado. “Estoy decepcionado con el presidente Putin”, afirmó Trump durante una visita a Escocia.
Por su parte, Peskov declaró este martes que Rusia está decidida a cumplir sus objetivos en Ucrania, aunque reconoció que han “tomado nota” del anuncio del presidente estadounidense y se mantienen comprometidos a buscar una solución pacífica. “Hemos tomado nota del comentario del presidente Trump de ayer. La operación militar especial continúa”, dijo el vocero del Kremlin en una conferencia de prensa. “Seguimos comprometidos con un proceso de paz para resolver el conflicto en torno a Ucrania y garantizar nuestros intereses en el marco de este arreglo”, añadió.
“A Rusia no le importó”
Por su parte, un destacado funcionario ruso advirtió a Trump que no “juegue al juego del ultimátum con Rusia”. “Rusia no es Israel, ni siquiera Irán”, escribió el expresidente Dmitry Medvedev, subdirector del Consejo de Seguridad del país, en la red social X.
“Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país”, insistió Medvedev.
“Trump emitió un ultimátum teatral al Kremlin. El mundo se estremeció, esperando las consecuencias. Europa beligerante se sintió decepcionada. A Rusia no le importó”, agregó Medvedev en otra publicación.
Desde la invasión a gran escala de Rusia a su vecino, el Kremlin advirtió a los aliados occidentales de Kiev que su participación podría terminar ampliando la guerra a países de la OTAN.
“Los funcionarios del Kremlin continúan enmarcando a Rusia como en confrontación geopolítica directa con Occidente para generar apoyo interno para la guerra en Ucrania y la futura agresión rusa contra la OTAN”, dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos de Washington, el lunes por la noche.
Mientras tanto, las fuerzas rusas afirmaron haber tomado el control de otras dos localidades en las provincias de Donetsk y Zaporiyia: Novoukrainka y Temírovka. Según el Ministerio de Defensa ruso, la ofensiva fue llevada adelante por unidades del Grupo Este. A estas conquistas se suman 625 bajas reportadas en las filas ucranianas durante las últimas 24 horas, además de 115 más en el frente sur, 230 en el oeste y 175 en el norte, junto con la destrucción de vehículos blindados, artillería y depósitos de munición.
Rusia anexó parcialmente estas regiones en octubre de 2022, en una medida rechazada por gran parte de la comunidad internacional, que también condenó la anexión de Crimea en 2014.
Agencias AFP, DPA y AP