El Ministerio de Ecología de Misiones resolvió rechazar de forma definitiva el proyecto de kartódromo «Iguazú Pro Karts», que se pretendía construir en el barrio 2000 Hectáreas de Puerto Iguazú, lindante al Parque Provincial Puerto Península. La medida se tomó tras una evaluación técnica que concluyó que la obra tendría impactos negativos irreversibles para el ambiente y la biodiversidad local.

La decisión fue oficializada luego de que la Comisión Técnica de Evaluación analizara el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por los responsables del proyecto. Entre las observaciones más graves, se advirtió que la actividad implicaría contaminación acústica, lumínica, del aire, suelo y agua; así como fragmentación del hábitat, peligro de incendios forestales y una presión antrópica inaceptable sobre una de las reservas naturales más sensibles de la provincia.

El proceso comenzó en enero con una inspección en el predio y continuó con el análisis del EIA, conforme a la Ley Provincial XVI-Nº 35. La instancia de participación ciudadana convocada en el marco de la evaluación sumó voces críticas de vecinos, organizaciones ambientales, técnicos del Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) y guardaparques, quienes alertaron sobre los riesgos del emprendimiento en un área de alto valor ecológico.

A pesar de las advertencias, los impulsores del proyecto no presentaron las respuestas técnicas ni el informe de participación ciudadana dentro del plazo legal, según informó Ecología. Esa omisión, sumada a las objeciones técnicas previas, derivó en la resolución final del Ministerio, que declaró la no viabilidad ambiental del kartódromo y prohibió su autorización, habilitación y ejecución.

La situación se agravó cuando se comprobó que las obras avanzaron sin el permiso correspondiente. El pasado 27 de julio, una inspección constató movimientos de suelo no autorizados, lo que motivó un acta de paralización inmediata y el inicio de un sumario ambiental contra los responsables del predio.

Según el dictamen, el área del proyecto colinda con una zona donde habitan especies en peligro, como el yaguareté (Panthera onca), y se encuentra bajo protección legal. «El kartódromo, tal como fue planteado, vulnera normas ambientales provinciales y nacionales, y pone en riesgo la integridad ecológica del Parque Puerto Península».

Como medida complementaria, el Ministerio intimó al desarrollador a presentar en un plazo de 15 días un plan de restauración del área afectada. El mismo deberá incluir acciones de recuperación del bosque nativo, especialmente en la faja ecológica lindante al Parque, mediante reforestación con especies autóctonas y bajo monitoreo oficial.

La obra había sido frenada tras denuncias de vecinos y organizaciones, y la decisión ministerial ahora cierra cualquier posibilidad de avance del emprendimiento, lo que recientemente también había pedido la organización ambientalista Greenpeace.