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La vida de un piloto de Fórmula 1 generalmente es de ensueño, de película. Rodeados de dinero, yates; residencias en Mónaco, un paraíso (fiscal, sobre todo), manejando en autos de lujo y viajando en aviones privados o suyos, directamente. Es lujo, glamour… Aunque no siempre.
Por necesidad o costumbre. Especialmente para los que recién empiezan, o hace poco, y sus salarios son los mínimos, tal el caso de Franco Colapinto. Quien, además, por su humildad puede permitirse no ser siempre parte de ese mundo, pese a que lo esté transitando en esta segunda temporada en la Máxima.
Colapinto, sentado en el avión, con gorra.
¿Por qué tanta introducción? Porque mientras los pilotos se dirigen en charters o vuelos especiales hacia Budapest, donde este fin de semana se correrá la 14ª fecha de la F1, el argentino viajó como un pasajero más en un vuelo de una aerolínea de bajo costo. Al principio no reconocido, su presencia fue advertida por una azafata y luego por el periodista Fabio Marchi, quien suele cubrir las carreras para Mundo Deportivo y, para suerte de quienes vimos la noticia, su casa en España queda lejos de Hungría y no fue en auto como suele hacer con algunas carreras en Europa.
Así fue el viaje de Franco Colapinto como un pasajero normal a Hungría
Colapinto, que además de residir en Mónaco lo hace en España, estaba en Barcelona para viajar este miércoles hacia Budapest, con la única posibilidad de hacerlo en una línea aérea, mientras el resto del equipo, o al menos los que salieron desde Inglaterra (allí está la sede), lo hicieron en un vuelo especial.
Franco Colapinto, vestido de piloto.
El bonaerense de 22 años, en cambio, como cualquier hijo de vecino (y vestido de tal manera), se presentó en el embarque con un buzo celeste, gorra y auriculares, sin llamar la atención de nadie. De hecho, así estaba hasta que la empleada de la aerolínea le pidió el pasaporte y reconoció el nombre del piloto, a quien le pidió una selfie. En ese momento ya varios se dieron cuenta de la figura con la que iban a compartir el vuelo, en el que también irían otros pilotos, los españoles Genis Marco, de la Fórmula 2, y Mari Boya, de la Fórmula 3.
Ya en el avión, Colapinto se ubicó en la cuarta fila del lado del pasillo y recibió un pedido de los pilotos (del avión) de acercarse a la cabina, para sacarse otra selfie. El argentino cumplió con la solicitud y luego volvió a su asiento, siempre con los auriculares puestos y escuchando música.
El viaje de Colapinto hacia Hungría contrastó con el que disfrutó hace unas semanas, cuando avisó en el grupo de WhatsApp de los pilotos que iba a viajar en la compañía Easy Jet desde España a londres luego del GP de Montmeló, y Lewis Hamilton lo invitó a compartir su jet privado, donde fue mucho más cómodo.
Se viene el GP de Hungría
La actividad de la 14ª fecha comienza el viernes a las 8.30 con la primera práctica libre, seguida del segundo ensayo, a las 11.30. Ya el sábado, a las 7.30 será el tercer entrenamiento, y a las 11.30, la clasificación. El domingo a las 10 es la carrera que se podrá ver por Fox Sports y Disney+ Premium.
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