Con ternura e ingenuidad, unas pocas notas deambulan melancólicamente por un teclado. De repente, un ejército de cuerdas, realzado por los solemnes golpes de una caja, hace vibrar majestuosamente el horizonte. Luego, un triunfal concierto de metales se eleva a nuestro alrededor.
Mientras nuestros oj…