Un informe oficial encendió las alarmas en la provincia de Misiones: los accidentes laborales aumentaron casi un 10% en el primer trimestre del año 2025. Este incremento revierte la tendencia a la baja observada durante 2024 y coloca a Misiones entre las provincias con mayor variación positiva de siniestralidad laboral en la Argentina.

“De 976 accidentes en el primer trimestre de 2024 pasamos a 1.143 en el mismo período de 2025. Eso significa que tu 10% es cierto, es real y está registrado”, afirmó el Licenciado Diego Fontana, presidente del Colegio Profesional de Seguridad y Higiene de Misiones, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.

Fontana explicó que la estadística proviene de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y sólo contempla a trabajadores registrados que cuentan con cobertura de una ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajo). “Esto quiere decir que el número real es mucho mayor, porque hay una gran cantidad de personas que trabajan sin estar registradas y terminan en los hospitales públicos”, advirtió. Según sus estimaciones, el número de accidentes podría duplicarse si se sumaran los casos del ámbito informal.

Uno de los datos más preocupantes tiene que ver con los accidentes in itinere, es decir, aquellos ocurridos durante el trayecto de la casa al trabajo o viceversa. “En 2024 se registraron 261 accidentes in itinere; en 2025 ya vamos por 307 hasta marzo”, detalló Fontana. “La siniestralidad vial es tremenda. Se ha vuelto una especie de pandemia. Y ahí las empresas tienen poco margen para actuar: no podemos poner semáforos o agentes de tránsito. La responsabilidad es del trabajador que debe cuidarse”, agregó.

En cuanto a enfermedades profesionales, 26 trabajadores misioneros fueron diagnosticados con patologías originadas directamente en su ámbito laboral. “Uno va a trabajar para vivir mejor, pero hay personas que se enferman en su puesto”, lamentó.

Además, se registraron 411 caídas de personas en el ámbito laboral. Muchas de ellas podrían haberse evitado con medidas básicas de seguridad. “Vas caminando por el centro y ves gente trabajando a tres o cuatro metros de altura sin arnés. Eso está mal. Hay normas claras: si subís a más de dos metros, tenés que tener cinturón de seguridad”, explicó el especialista.

Otro de los factores que más influyó en el crecimiento de la siniestralidad es el uso imprudente de motocicletas, principalmente por parte de jóvenes. “Los rangos de edad más afectados son de 20 a 29 y de 30 a 39 años. Muchos de estos trabajadores acceden a su primera moto y salen a la calle sin la experiencia suficiente”, comentó Fontana.

“No es lo mismo manejar que conducir con responsabilidad. Vas por una avenida y ves motos haciendo sobrepasos indebidos, adelantándose en las esquinas o transportando más personas de las permitidas. Todo eso es un cóctel peligroso”, agregó, relatando incluso experiencias personales con choques provocados por conductores de motos que no respetaban las normas básicas de tránsito.

La capacitación existe, pero no siempre se cumple

Fontana explicó que todas las empresas que están en regla deben implementar un plan anual de capacitación que incluya aspectos de seguridad vial. “Está establecido por ley. La ART lo controla, el Ministerio de Trabajo lo controla, y la Superintendencia también. Pero eso aplica sólo a las empresas que están formalizadas”, indicó.

Sobre el momento in itinere, advirtió: “Si el trabajador cambia su trayecto habitual, la ART puede no cubrir el siniestro. Es clave respetar el recorrido registrado”. Una de las afirmaciones más contundentes fue cuando Fontana reconoció que el nivel de accidentabilidad en el trabajo informal podría igualar o incluso superar al registrado oficialmente. “Te diría que es el doble. Muchos trabajadores de la construcción que hoy no tienen empleo formal se agrupan para hacer changas sin cobertura legal. Esa gente también se accidenta, pero no entra en las estadísticas”, remarcó.