Las llamas se intensificaron en el sur de Europa en medio de la ola de calor extremo que empuja el mercurio hasta los 40 grados Celsius.
En las afueras de la ciudad portuaria griega de Patras, los bomberos luchan por proteger hogares e infraestructura agrícolas mientras el fuego arrasaban olivares. En el centro de Albania, se desalojó a los residentes de cuatro poblaciones próximas a un antiguo depósito de municiones del ejército. Y en España, Pedro Sánchez elevó el nivel de emergencia nacional y preparó medidas de apoyo adicionales para las autoridades regionales, que supervisan múltiples evacuaciones y cierres de carreteras.