Misiones
Exportaciones cayeron un 20% en lo que va del año
El té no repunta y productores abandonan la actividad
El panorama del té en Argentina se encuentra en una situación grave. El valor del dólar, los costos en insumos y la falta de incentivo al sector por parte del gobierno nacional motivaron la caída en la producción e incluso, el abandono de los teales por parte de productores locales. Los empresarios del sector advierten que, de seguir así, la actividad –cuya producción se exporta en más de un 90%– se retrotraerá tanto que llevará demasiado tiempo recuperar el nivel de años anteriores, por lo que piden urgentes medidas que eviten esta estrepitosa caída.
En ese marco, Jonathan Klimiuk, empresario exportador tealero, remarcó a El Territorio que desde hace dos zafras se viene frenando la producción antes de tiempo, lo que genera además despido de personal y cuantiosas pérdidas.
“Es económicamente un daño terrible para el productor que ya viene mal. La industria se ve afectada de lleno por la cuestión del retraso cambiario. Si vamos a los números de este año en particular, las exportaciones de té cayeron un 20% en lo que fue de enero a junio”, expresó.
Adujo que el mercado se está perdiendo, pues el té argentino no está pudiendo ser competitivo en el mundo por el tipo de cambio. “Desde enero se ajustó un 18% a 20% el tipo de cambio. Lo que es laboralmente en dólares, estamos hablando de arriba del 50%. En lo que es energía, estamos hablando más de 130% del tipo de ajuste en la tarifa. Ni hablar que el té se produce seis o siete meses y se exporta durante 12 meses, por lo que se tiene que tener una espalda financiera importante. Los intereses hoy en pesos están arriba del 45% anual. Financiarte hoy en Argentina es inviable”, aseveró.
“Hoy producir cualquier producto de las economías regionales es inviable, inviable totalmente. Podés ver en la madera, en la mandioca, particularmente en la yerba mate, en la exportación a lo largo y ancho del país. La economía regional está sufriendo muchísimo y tenemos un gobierno nacional que mira totalmente para otro lado. Hoy se preocupa por bajar la retención a los grandes exportadores de soja o maíz y se olvida de las economías regionales que son las que más fuentes de trabajo a lo largo y ancho de la Argentina generan”, sostuvo Klimiuk.
Mirar las economías regionales
Al tiempo que aclaró: “No estamos en contra de que haya que bajar las retenciones, pero hay que mirar un poquito a las economías regionales, que son las que más indirectamente inyectan a las distintas provincias y pueblos. Ni hablar de todos los ingresos del exterior que está habiendo, de los créditos que está tomando el gobierno nacional y que hoy se están yendo nuevamente. No hay inversión en Argentina, no se generan fuentes de trabajo en Argentina, no se fomenta a la industria ni a la producción”.
“En lugar de eliminar impuestos como incentivo a las empresas, fomentar que las empresas puedan competir con el mundo; te abre la importación internacional sin sacarte impuestos y te manda a competir en una guerra comercial con grandes productores a nivel mundial. Es inviable. Acá en la región hay muchas empresas endeudadas, muchas empresas con cheques devueltos y eso afecta muy duro a la economía regional”, concluyó.
Abandonar la producción
En muchas chacras, los colonos están decidiendo abandonar los teales, debido a las dificultades para hacer frente a los costos de producción. Es el caso de Cristian Klingbeil, quien afirmó que “la actividad está complicadísima” por lo que el arranque de la próxima zafra está en dudas.
“Sabemos que devaluar no es la solución porque devaluar siempre en Argentina trae más problemas que soluciones, pero el tipo de cambio hoy está totalmente retrasado, tenemos un dólar que no es competitivo. Si la solución para el gobierno nacional no es devaluar, que sea entonces sacarnos impuestos para que seamos competitivos”, manifestó.
“En mi caso, he decidido dejar de cosechar té este año, de cambiar directamente, ir a otro rubro y no apostar. Para cosechar 100 hectáreas de té se necesitan más o menos 40 millones de pesos, entre fertilizantes, herbicidas y todo el trabajo para acomodar un teal. Pero yo invierto 40 millones de pesos en el té y no sé si trabajando 6, 7 meses, 10 meses de sol a sol, padeciendo lluvia, frío o calor extremo, no sé si voy a tener rentabilidad. Mientras sigamos con ese modelo en Argentina que se puede hacer más plata en la timba financiera que en la producción, lamentablemente el país va a ir a un colapso productivo”, sostuvo.
En cuanto al precio, aseveró que este año anduvo entre los 60 y los 80 pesos como base. Sin embargo, al hacer el cálculo comparativo sumando los insumos, indicó que el valor debería haber sido de 130 pesos: “Estamos acostumbrados año tras año ir empeorando, pero estamos llegando a un punto en que no sabemos realmente cómo vamos a encarar la próxima zafra, hay muchísima incertidumbre por parte de los productores, la industria, los exportadores”.
Klingbeil remarcó que la crisis del té no es nueva, pero se agravó en los últimos dos años. “Tenemos un gobierno que dice que va a bajar impuestos, pero la actividad tealera no ha tenido beneficios y, por el contrario, tuvo aumentos en todos los costos”, dijo. Y agregó: “Hay muchos secaderos que dicen tener prácticamente la producción de un año en depósito”.
“Yo dejo mi camión parado y algún día veré si pongo en funcionamiento o malvendo, pero hay gente que no tiene otra opción. Es muy grave, la gente pide trabajo todo el tiempo para mantener a sus familias y no hay, profesionales sin trabajo”.
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