La biblioteca de una persona es algo que habla mucho de su personalidad. Sus lecturas, sus influencias y sus prioridades nos dan un primer pantallazo sobre cómo es en su vida. Y cuando hay señales de red flag en la biblioteca de tu pareja, se encuentran razones para prender alarmas.
Un libro puede ser simplemente entretenimiento, reflexión, inspiración, o también puede ser un espejo de ideologías, sueños y obsesiones.
En una relación de pareja, prestar atención a qué tipo de libros tiene tu novio o novia puede revelar valores, creencias y actitudes que quizás no coincidan con lo que uno espera o tolera.
Prestar atención a qué tipo de libros tiene tu novio o novia puede revelar valores. Foto: Pexels
No todos los libros son inocuos, muchos de ellos pueden servir como señales de alarma reales en la intimidad de una pareja.
Los libros elegidos no son solo obras literarias, sino que sus mensajes, su popularidad, su uso mediático o simbólico los convierten en posibles red flags: no basta con que tu pareja tenga libros, sino cuáles.
El contenido de esos libros —o la manera en que se convierte en bandera personal— puede revelar posturas individuales, enfoques ideológicos, moralistas o prescriptivos que impactan en la convivencia o en la forma de ver la vida.
Los 7 libros señalados como red flag
1. Cómo hacer que te pasen cosas buenas, de Marian Rojas
Este libro, y otros similares con mensajes de autoayuda muy personalistas, pueden señalar una dependencia de soluciones rápidas, centradas en el individuo, sin mirar estructuras sociales ni emociones complejas.
En la pareja, este libro u otros similares, puede implicar que se eviten los diálogos profundos: “Si estás triste, pues no estés triste”, es lo que suele resumir quien toma esta postura.
Cómo hacer que te pasen cosas buenas, Marian Rojas Estapé.
2. Ready Player One, de Ernest Cline
Aunque la ciencia ficción es un género válido, este libro ha sido criticado porque, según algunas opiniones, sirve para camuflar algunas ideas.
Detrás de esta obra, muchos lectores aseguran que se defienden las ideas de autocomplacencia masculina, fantasías de rescate, identidad virtual o escapismo.
3. Meditaciones, de Marco Aurelio
La filosofía estoica clásica se convierte, en muchas estanterías, en una bandera roja cuando se interpreta de una manera en particular.
Porque muchas veces puede verse como justificación para reprimir emociones, imponer dureza personal o justificar una supuesta superioridad moral basada en la intemperie emocional.
4. Mi cuerpo, de Emily Ratajkowski
Este libro puede adquirir carga simbólica si tu pareja lo exhibe más como un objeto de imagen pública que como lectura personal.
Una obra de este estilo puede indicar que estás ante una relación performativa con los mensajes sobre el cuerpo, la vanidad o el exhibicionismo.
5. Limonov, de Emmanuel Carrère
Este libro biográfico/novelado retrata a un personaje polémico, con ideas extremas y conductas conflictivas que pueden prender las alarmas en una pareja.
Tenerlo como libro favorito puede ser una red flag dependiendo de cómo tu pareja hable de él: si lo idealiza sin crítica, puede denunciar simpatías con posturas radicales.
Limónov, de Emmanuel Carrère.
6. El arte de la guerra, de Sun Tzu
Un clásico antiguo sobre estrategia militar. En pequeña dosis intelectual puede ser interesante, pero como libro de cabecera para la vida adulta puede ser un problema.
Porque algo así puede indicar que tu pareja ve el mundo como un campo de batalla, con estrategias, manipulaciones y competencia constante.
7. Serotonina, de Michel Houellebecq
Esa novela suele aparecer en bibliotecas cuando la persona se identifica con su tono pesimista, crítico feroz al presente, cinismo y desesperanza.
Puede ser una red flag si la persona lo incorpora como parte del discurso habitual: “todo está mal” o “las cosas nunca mejoran”.
Señales de alerta ante esos libros
Para que esas señales de red flag no sean solo prejuicio, conviene atender a ciertos elementos concretos en la actitud de la pareja:
- Frecuencia de alarde: si el libro está puesto a la vista, con orgullo, como parte de identidad más que para leerlo, puede ser performativo más que sustantivo.
- Cita constante: si tu pareja menciona ese libro en cada conversación, lo cita para justificar opiniones extremas o usarlo como argumento imbatible, puede estar desproporcionado.
- Ausencia de crítica: si no permite cuestionamientos, si cualquier crítica al libro lo toma como ataque personal, eso indica posibles rigideces mentales.
- Aplazamiento de la lectura real: tener el libro, fotografiarlo, presumirlo, pero no leerlo o no pasar de ciertas páginas. Más estilo que sustancia.
- Coerción intelectual: si la pareja te “sugiere” que leas ese libro, que adoptes sus ideas, o lo usa para imponer normas morales, sin diálogo.
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