El Diccionario de Cambridge incorporará este año más de 6000 nuevas palabras a su repertorio, una actualización marcada por la creciente influencia de la cultura digital y las redes sociales sobre el idioma inglés.
La institución británica anunció que entre los nuevos términos se encuentran expresiones como skibidi, delulu y tradwife, todas ellas surgidas o popularizadas en espacios virtuales. Según explicó Colin McIntosh, gestor léxico del Cambridge, “la cultura de Internet está transformando la lengua inglesa, y ese cambio resulta fascinante de observar y registrar en el diccionario”.
El fenómeno responde a un proceso de observación sistemática del uso del lenguaje a través del Cambridge English Corpus, una base de datos que reúne más de 2000 millones de palabras del inglés hablado y escrito.
Dicha herramienta permite a los expertos de la editorial identificar nuevos términos, evaluar su frecuencia de uso, analizar su contexto y determinar su relevancia lingüística. Con base en estos criterios, se seleccionan aquellas palabras que demuestran tener suficiente presencia y potencial de permanencia para ser añadidas al diccionario.
Palabras virales con potencial duradero
Una de las incorporaciones más notorias es skibidi, un término descrito por el Diccionario de Cambridge como un “galimatías” que puede significar “algo bueno, algo malo o simplemente una broma sin sentido”. Su origen se remonta a la serie animada Skibidi Toilet, difundida en YouTube, y su popularidad se disparó a través de redes sociales y celebridades como Kim Kardashian.
Otro caso destacado es delulu, una abreviación coloquial derivada de delusional, utilizada para describir la creencia voluntaria en ideas irreales. Esta palabra ganó gran difusión en plataformas como TikTok y Twitter, donde se emplea con una carga humorística o irónica. “No todos los días se ven palabras como skibidi o delulu entrar en el Diccionario de Cambridge. Solo añadimos aquellas que creemos tendrán permanencia”, explicó McIntosh.
También se suma al repertorio tradwife, un término que hace referencia a “una mujer casada, especialmente activa en redes, que se dedica al hogar y a la crianza de los hijos”. La palabra fue objeto de debates sociales por el modelo de rol femenino que representa, aunque su inclusión en el diccionario responde únicamente a su frecuencia y relevancia lingüística, sin adoptar una postura valorativa.
Otros términos reflejan tendencias culturales y laborales contemporáneas. Broligarquía designa a “un grupo de personas, especialmente hombres, que dirigen empresas tecnológicas y ejercen influencia política”, una voz que condensa las nociones de poder económico, género y tecnología. Asimismo, mouse jiggler describe a la persona que aparenta estar teletrabajando mediante herramientas que simulan actividad frente al ordenador, sin estar realmente cumpliendo sus labores.
El Diccionario de Cambridge mantiene un enfoque descriptivo, centrado en documentar el uso real del idioma y su evolución. Estas nuevas entradas demuestran cómo el lenguaje se adapta al entorno digital y como expresiones antes consideradas pasajeras o marginales pueden alcanzar legitimidad lingüística.