Tras un debate de alto voltaje político en la Cámara de Diputados, el oficialismo y sus aliados se anotaron un importante triunfo al torcerle el brazo a la oposición y obtener el tercio de los votos necesarios que le permitió blindar el veto que el presidente Javier Milei le impuso a la ley que establece una suba en los ingresos jubilatorios.
La votación finalizó con 160 votos a favor del oficialismo y sus aliados y83 votos de la oposición y 6 abstenciones, que no logró reunir los dos tercios que establece la Constitución Nacional para insistir con una ley aprobada por el Congreso. Con esta derrota, el oficialismo neutralizó también a la oposición en el Senado, que ya quedó fuera de juego.
La ley establecía un aumento del 7,2% para todas las jubilaciones y pensiones y, por el otro, una actualización del bono que cobran los jubilados de la mínima a $110.000 mensuales. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la norma iba a implicar un costo fiscal de 0,32 punto del PBI en lo que queda del año. Anualizada, esta cifra iba a elevarse a 0,78 punto del PBI.
Además, la ley preveía un esquema de anticipos mensuales en concepto de compensaciones por parte del Estado para atender el déficit de las cajas previsionales provinciales no transferidas, lo que iba a redundar en un costo de 0,17% del PBI entre agosto y diciembre de 2025, con un costo anualizado de 0,38% del PBI según la OPC.
La votación final se anticipaba por demás ajustada. A tal punto que, al final del debate, los diputados Rodrigo De Loredo (UCR) y Juan Manuel López (Coalición Cívica) propusieron como alternativa la insistencia parcial de algunos de los artículos para lograr las adhesiones de los legisladores dudosos. Sin embargo, el resto de los bloques opositores rechazaron la moción.
Por su parte, el jefe del bloque de Unión por la Patria Germán Martínez lanzó una advertencia hacia quienes están pensando cambiar su voto.
“Lo quiero decir: hay algunos que colaboraron con la media sanción de esta ley y ahora están mirando para otro lado; hay algunos que hoy colaboraron con los dos tercios para habilitar el tratamiento de este tema y están mirando para otro lado. Más que nunca hay que ser serios y responsables y tener convicciones. Los derechos de los jubilados no pueden estar en una mesa de negociación con el poder de turno”, lanzó.
El logro opositor que permitió la habilitación del tema, al comienzo del debate, fue posible porque hubo cinco ausencias libertarias que, de haber permanecido en el recinto y votado junto a sus pares, hubieran dado vuelta la votación. Se trata de los diputados Alberto Arancibia, Carlos D’Alessandro, Florencia Klipauka, Alida Ferreyra y Gerardo González. Marcela Pagano, en tanto, votó contra el Gobierno. Tres de ellos -D’Alessandro, Pagano y González- anunciaron que romperán con el bloque oficialista para conformar, junto a Lourdes Arrieta, una bancada propia que se llamará “Coherencia”.
También hubo cuatro “heridos” del bloque Pro que pegaron el faltazo: Silvia Lospennato, Ana Clara Romero, Gabriela Besana y María Eugenia Vidal. Todas las ausencias contribuyeron a que la oposición consiguiera los dos tercios con mayor facilidad.
En el radicalismo, cercano al oficialismo, también hubo deserciones a favor de la oposición: de los 14 miembros que lo integran, 9 votaron a favor de habilitar el tema, incluido Rodrigo De Loredo, jefe de la bancada y uno de los que resultó herido en el cierre de las listas electorales del oficialismo. En junio pasado, cuando se dio media sanción a la ley, la mitad del bloque se había abstenido.
En tanto, votaron en contra los tres diputados que responden al gobernador radical Alfredo Cornejo (Mendoza), quien pactó una alianza electoral en su distrito con los libertarios.
El bloque Innovación Federal mostró un escenario fragmentado. Los tres salteños aliados al gobernador Gustavo Sáenz votaron a favor de discutir la insistencia. Se trata de Pamela Calletti, Yolanda Vega y Pablo Outes. Sus cuatro compañeros de bloque que siguen las órdenes del mandamás de Misiones, Carlos Rovira, se abstuvieron. El rionegrino Agustín Domingo, el último integrante del bloque, en sintonía con el gobernador de su provincia, Alberto Weretilneck, se ausentó.
El debate
En medio de un clima de tensa expectativa e incertidumbre, los legisladores de los distintos bloques fueron adelantando sus posturas. En la oposición son conscientes de que se avecina una votación ajustada; de allí que el diputado Juan López (Coalición Cívica) lanzó como alternativa una insistencia parcial de algunos artículos de la ley, para así sumar adeptos.
“Nosotros vamos a insistir con el aumento a los jubilados. La Coalición Cívica siempre estuvo para recomponer de manera razonable sin impedirle el plan de estabilización al gobierno de Milei. Porque no somos golpistas, somos responsables”, sostuvo, tras lo cual propuso la alternativa de la insistencia parcial. “Si el presidente puede vetar parcialmente, la contracara de eso es que el Congreso puede insistir parcialmente”, dijo.
Por de pronto, el oficialismo se aseguró el apoyo de Ricardo López Murphy (Republicanos), quien anticipó su voto a favor del veto presidencial.
“No lo voy a acompañar porque esta ley no resuelve el problema (de los jubilados), está mal diseñada”, enfatizó López Murphy.
En la vereda contraria, la diputada Calletti enfatizó que la situación actual de los jubilados es “insostenible” y que insistir en la ley aprobada por el Congreso es un “acto de estricta justicia”. “Es mentira que esta norma afecta el equilibrio fiscal. No somos degenerados fiscales. Sí hay plata para afrontar estas subas, las fuentes de financiamiento están en la ley”, aseveró.
Desde el bloque Democracia para Siempre, una agrupación que nuclea a los radicales críticos del Gobierno, también confirmaron su apoyo a la ley. “Los radicales ‘de verdad’ reafirmamos nuestro compromiso con los más vulnerables”, acicateó Mariela Coletta, en alusión a los radicales “pactistas”.
Por su parte, el diputado Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, cuestionó al Gobierno por su política de imponer decretos y vetos presidenciales en lugar de ampliar su base de sustentación política por medio del diálogo y la negociación.
“Hay una complejidad de parte del Gobierno de entender el proceso argentino”, sostuvo. “¿Quién va a venir a invertir en un país con un gobierno que solo piensa en gobernar por medio del veto y del DNU y pierde en institucionalidad? Nadie», advirtió.
En tanto, el diputado Nicolás Massot advirtió que mientras el Gobierno cuestiona a la oposición por atentar el equilibrio fiscal, avala subas en la tasa de interés que redundarán en un fuerte incremento de la deuda.
“Además de las fuentes de financiamiento que incluimos en este proyecto, ayudaría si este neokirnerismo le afloja a la maquinita a la que le está dando desde el Banco Central con un único fin: que la pulseada entre las tasas de interés y el tipo de cambio la gane la tasa de interés por lo menos hasta el 26 de octubre”, sostuvo.