El hecho de que Evaristo Diéguez, arquero de Lanús, se haya erigido como la gran figura de la tarde es el fiel reflejo de lo que fue el partido. River monopolizó la tenencia, atacó por todos los frentes y dispuso de varias ocasiones claras, pero se topó una y otra vez con las manos firmes del guardameta granate. Lanús, que apostó a la resistencia y al orden defensivo, logró sostener el cero y celebró el punto como un premio al esfuerzo colectivo. Para el conjunto de Marcelo Escudero, en cambio, la igualdad supo a poco: el Millonario quedó séptimo en la tabla con nueve unidades, apenas a un punto de Sarmiento, que por ahora es el último equipo en quedar afuera de los playoffs de la Zona B del Torneo de Reserva.
Foto: Prensa Lanús
El trámite fue áspero y con mucha fricción desde el inicio, lo que dejó poco espacio para el fútbol asociado. Cada pelota se disputó como si fuera la última, en un clima de tensión que derivó en reiteradas infracciones y protestas.
Esa dinámica terminó marcando el rumbo del 0-0 en La Fortaleza, donde la pierna fuerte fue tan protagonista como las atajadas de Diéguez. Y como si algo le faltara al encuentro, en el minuto 47 del segundo tiempo se produjo el desenlace más caliente: Thiago Laplace, por el lado de Lanús, y Agustín De la Cuesta, por River, vieron la tarjeta roja tras un cruce que terminó en agresión mutua.
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Justamente De la Cuesta es uno de los juveniles más observados de River. Marcelo Gallardo lo subió en los últimos meses al plantel profesional para que empiece a foguearse y acumular experiencia en la élite.