La Selección Argentina de vóley no tuvo opciones. Después de haber sido primera de su grupo perdió sin atenuantes en los octavos de final del Mundial de Filipinas con un contundente 3-0 ante Italia, vigente campeona del torneo, con parciales de 25-23, 25-20 y 25-22. La Albiceleste, que venía de derrotar a Francia, bicampeona olímpica, cerró así el ciclo del entrenador Marcelo Méndez, el único en dirigir más de dos ciclos de Juegos Olímpicos con medalla de bronce incluida en Tokio 2020.
“Jugamos bien pero ellos jugaron muy bien desde el saque. Eso fue lo determinante en este partido. Este fue mi último partido en la Selección Argentina”, aseguró el entrenador, que seguramente siga su carrera en el Trentino de Italia.
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La Albiceleste comenzó liderando en el primer set, contando incluso con una ventaja de tres puntos al llegar al 17-14. Sin embargo, un parcial de 1-5 a partir de ese momento metió de lleno en la pelea a los italianos, que acabaron saliendo victoriosos en el desenlace.
En el segundo parcial, la igualdad se mantuvo hasta llegar al 11-11, momento en el que cuatro puntos seguidos de Italia le dieron un colchón que fue capaz de administrar hasta el final sin excesivo sufrimiento, llegando incluso a contar en algunos tramos con seis de diferencia a su favor.
Más igualado fue el tercero y definitivo, donde las ventajas no sobrepasaron los tres puntos hasta llegar al empatados a 20. Ahí, un 0-4 favorable a los transalpinos les dejó a las puertas de triunfo y si bien Argentina recortó la distancia con dos puntos seguidos, no pudo rematar la remontada.
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Italia dominó los puntos de ataque por 45-38, igualando ambos a bloqueos con ocho por bando. Luciano Vicentín, con 15 puntos, fue el máximo anotador de los suyos, sumando los mismos que en el otro bando Alessandro Michieletto, el más destacado de los europeos.
Así se unió a Polonia y Turquía en la nómina de clasificados para cuartos y ahora se medirán al ganador del duelo entre Bélgica y Finlandia, que había sido rival de la Argentina en la fase de grupos.