
La Cámara de Representantes de Misiones convirtió en ley el Régimen de Impulso Integral de las Chacras Multiproductivas, un proyecto presentado por el diputado Carlos Rovira. La propuesta busca consolidar un modelo de producción diversificado que combine innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y beneficios económicos para la agricultura familiar y el sector agroproductivo.

La propuesta plantea “fomentar unidades productivas que integren cultivos de suelo y sistemas hidropónicos, mediante asistencia técnica, incentivos económicos y provisión de insumos biotecnológicos de la Biofábrica Misiones para mejorar la rentabilidad, optimizar recursos y promover la sostenibilidad ambiental, teniendo como finalidad última el bienestar económico del sector agroproductivo, en especial de la agricultura familiar”.
Un marco normativo para el futuro rural
Rovira explicó que su iniciativa buscó “establecer un marco normativo que dé impulso y respaldo definitivo a las chacras multiproductivas misioneras, reconociendo su existencia y viabilidad como modelo de producción rural integrada”. Destacó además que estas unidades “integran cultivos de suelo y sistemas hidropónicos, optimizando recursos hídricos y edáficos, reforzando la resiliencia frente a variaciones climáticas y reduciendo la dependencia de agroquímicos a través de prácticas sustentables”.
El alcance incluye a todas las explotaciones agropecuarias que adopten este modelo, ya sea de manera individual o asociativa, como actividad principal o complemento de cultivos tradicionales como yerba mate, té, tabaco o cítricos. También incorpora a las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), consideradas unidades educativas con un papel clave en la formación de jóvenes rurales y la transmisión de saberes productivos.

En los fundamentos de la ley, se subraya la importancia de sumar a las EFAs para “reforzar la articulación entre educación, producción y políticas públicas, sentando las bases para un modelo de desarrollo rural inclusivo y con proyección intergeneracional”.
Diversificación y especies priorizadas
El régimen prioriza frutas tropicales y subtropicales como palta, carambola, maracuyá, mango, pitahaya, banana, mamón, ananá y guayaba. También incluye berries como arándanos, frambuesas, moras, grosellas y frutillas, además de frutos nativos como pitanga, guabiroba, yacaratiá y jabuticaba.
Dentro de las hortalizas, por otra parte, se promueven el tomate, morrón, melón, lechuga y rúcula, junto a flores comestibles. Sin embargo, la normativa deja abierta la incorporación de especies en proceso de aclimatación o con valor en mercados de nicho.
El rol de las Escuelas de la Familia Agrícola
Zulma Quiróz, rectora de la EFA San Pedro, celebró que “la propuesta reconoce y promueve un tipo de producción tradicional que trabajamos desde el inicio de este tipo de educación”. La docente explicó que los alumnos se identifican con el modelo porque provienen de familias productoras que sostienen la biodiversidad en sus chacras.

Quiróz añadió que las EFAs son “claves para la ley, para que se haga realidad, porque forman jóvenes rurales con competencias técnicas, sociales y productivas para gestionar chacras diversificadas”. En Misiones, estas instituciones combinan el saber académico con el del trabajo en la chacra, valorizando los conocimientos de las familias y fortaleciendo la innovación.
Además, destacó que las EFAs ayudan a generar arraigo en las comunidades rurales y a evitar la migración hacia las ciudades. Funcionan como espacios de encuentro entre familias, docentes y estudiantes, donde se reflexiona sobre el futuro del campo y se aplican aprendizajes en proyectos concretos.
Experiencias productivas que acompañan el modelo
En Panambí, pequeños productores avanzan con experiencias agroecológicas bajo invernáculo. Miguel Smolski, productor y feriante, se consolidó como referente de este camino al diversificar su chacra con hortalizas orgánicas.
“Inicié con mi padre cuando era joven y hoy, junto a mi familia, seguimos apostando al invernáculo”, contó mientras recorría cultivos de acelga, lechuga, rúcula, espinaca, brócoli y coliflor. Smolski destacó que ahora también producen kale, una hortaliza que gana espacio en el mercado local por sus beneficios nutricionales.
“El kale es muy pedido por extranjeros que ya lo conocen, pero ahora también lo buscan en la zona. Tiene muchas vitaminas y calcio, y varios médicos lo recomiendan. De a poco la gente lo descubre”, señaló.

En El Soberbio, la cooperativa Monte Nativa desarrolla sistemas agroforestales que promueven chacras multiproductivas con especies nativas. El productor Matías Bertone explicó que este modelo integra cultivos diversos en un mismo espacio para fortalecer el suelo y la soberanía alimentaria.
“Nuestra chacra cuenta con un sistema agroforestal. Estamos practicando una agricultura biodiversa, multiproductiva y sucesional”, indicó. Bertone detalló que combinan especies y cultivos en distintos niveles de desarrollo para imitar procesos de los ecosistemas naturales.
En su chacra conviven cúrcuma, yerba mate, frutales, caroba, eucaliptus, bananas y paltas, además de huertas con lechuga, repollo, coliflor, albahaca y tomate. “En vez de separar cada cultivo, integramos todo para generar un efecto positivo en el suelo y en la producción”, explicó.
Para Bertone, este modelo también rescata prácticas de generaciones anteriores: “La multiproducción es una forma de rescatar el saber de nuestros abuelos, quienes cultivaban chacras diversas, con herramientas actuales para conservar la soberanía alimentaria, cultural, climática y ambiental de Misiones”.

Un modelo con proyección
La sanción de esta ley marca un hito para la política productiva de Misiones, ya que ofrece respaldo legal y herramientas concretas a productores que apuestan por la diversificación y la innovación sustentable. Además, integra a las escuelas rurales en el proceso, fortaleciendo el vínculo entre educación y producción.
Con experiencias exitosas en distintos puntos de la provincia, las chacras multiproductivas se consolidan como un modelo capaz de mejorar la rentabilidad, preservar el ambiente y garantizar un futuro más sustentable para las familias rurales.