Los días después de un golpe siempre son complejos. Mucho silencio, mucha bronca… y también reflexión, imprescindible de cara a lo que viene. De parte de los jugadores y sobre todo de Gallardo, el capitán y la figura de esta aventura. Si en River confiaban en una remontada contra un cuco como el Palmeiras, eso era gracias al técnico que a lo largo de su extenso recorrido ha tenido heroicas. Pero hubo duro adiós con calentura extrema, replay del Mundial de Clubes post Inter, y la Libertadores quedará para el 2026.
Decía Francescoli, el manager, antes de la serie. “Sería una frustración grande si River queda en el camino, pero no es fracaso. Compite en tres frentes, que no es fácil en el fútbol físico de hoy. Sería duro, pero será borrón, cuenta nueva y empezar de nuevo y bancarse la crítica”.
Y en este momento la crítica apunta a que Gallardo, pese a refuerzos de jerarquía con billetera grande gracias a lo que genera el propio club, no encontró el equipo ni la regularidad. Solo por momentos pudo armar el Lego de un conjunto dinámico y dominador de rivales. Algo de eso mostró en San Pablo, pero las desatenciones y la calidad de los brasileños lo hicieron trizas.
Gallardo insistió en que hace falta un equipo mas “fuerte” para estas competencias. Lo repitió varias veces: “Debemos construir un equipo fuerte en lo individual y colectivo para competir y ganar. Es nuestra obligación”. Él sabe que, hoy, también es parte del problema porque no logró ese ensamble y esa identidad, marca registrada de sus viejos equipos. Solo por momentos, quedó dicho.
Y ahora, ya sin Copa, se le viene el jueves 2 a las 18 en Rosario una “final del mundo” inesperada con Racing. Con la presión, más allá del margen que siempre tiene por ser quien es y por su potencial, de crear -un año después de su llegadaese equipo fuerte y sobre todo confiable para ganar algo. Lo peor sería responsabilizar por las “chiquitas” al árbitro, porque este River no ganó en octavos ni en cuartos y no fue eliminado por eso.
Sino porque tanto el DT como el equipo tienen que ser más fuertes.